Los autobuses ya no circularán por ella desde la iglesia Castrense en dirección a Monte Alto
05 dic 2012 . Actualizado a las 15:49 h.El teniente de alcalde de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Martín Fernández Prado y la concejala de Tráfico y Movilidad, Begoña Freire, asistieron a la reapertura a la circulación del tramo reformado en San Andrés, entre la iglesia Castrense y la plaza Pintor Álvarez Sotomayor. Este proyecto entra dentro del plan del Ayuntamiento que busca dar el máximo protagonismo al peatón e impulsar el comercio.
Martín Fernández recordó que las obras se habían realizado en consenso con los vecinos y comerciantes y explicó que el proyecto responde a las premisa de «mejorar la calidad de vida y recuperar» el dinamismo comercial de la zona.
En la reforma se ha instalado una plataforma única con adoquinado central, ensanchar las aceras, así como aumentar el número de pasos de peatones y la renovación del mobiliario urbano.
La reordenación del tráfico, que consiste en el establecimiento de zona 30, con el fin de preservar la prioridad peatonal y la seguridad, la colocación de semáforos en el cruce de San Andrés con la calle Pórtico, la prohibición de acceso a vehículos de grandes dimensiones (más de ocho metros) a partir de Rúa Nueva, por lo que se desviarán por rúa Alta hacia el paseo marítimo, y la señalización de dos carriles de circulación en Rúa Alta, una isleta y un ceda al paso.
Redistribución de paradas del transporte urbanoEste cambio en la calle San Andrés afecta a las líneas 4, 6, 6ª y 11, que se desviarán en la rúa alta hacia el paseo Marítimo, calle Hospital, San Roque y Plaza de España, volviendo a su recorrido habitual en San Juan. Así, se crean nuevas paradas: una a la altura del número 95 de San Andrés, otra en el número 17 de la avenida Pedro Barrié de la Maza, otra en la calle Hospital-Plaza Juan Naya, y otra en el número 1 de San Roque, quedando anuladas la de San Andrés- Plaza General Mola, en la calle Panaderas (a la altura del número 49), y en la plaza de España, recuperándose los espacios para lazas de aparcamiento.
La concejalía de Movilidad descartó otras dos opciones, como era mantener la circulación de los autobuses, que se desestimó por razones de seguridad, y la otra que era que pasasen por la calle Sol. En este caso los informes de los técnicos municipales desaconsejaron el giro en esta vía por su peligrosidad de la maniobra, al invadir la totalidad de la acera a la fachada del edificio ni había seguridad para los peatones.