La banda liderada por Robe Iniesta reunió a más de 10.000 personas en el Coliseo, algo que no pasaba desde el 2006
28 oct 2012 . Actualizado a las 22:14 h.Hacía tiempo que no se producía algo igual. Reunir a más de 10.500 personas en el Coliseo, agotando las entradas con dos semanas de antelación. La última ocasión fue en el 2006 con Fito y los Fitipaldis. Pero ayer sobre el escenario no estaba ninguno de los grupos del momento, sino una banda que precisamente celebra un cuarto de siglo bajo los focos. Los cuatro integrantes de Extremoduro atrajeron a más público que artistas de la talla de Juanes, Lenny Kravitz o Alejandro Sanz, que hace dos años acarició el lleno. La banda de rock liderada por Robe Iniesta tuvo el detalle de esperar a que finalizara el derbi gallego para salir al escenario, porque entre los más de 10.500 fans que presenciaron la actuación de los de Plasencia, gran parte siguieron antes el encuentro en los bares de Matogrande, que estaban a rebosar.
Así pues Robe se reencontró con el público coruñés después de cuatro años. Gente de todas las edades y sorprendentemente mucho público femenino que vibró con la voz rota del cantante. Poco a poco fue desgranando el repertorio. Sus historias sobre la vida expuestas con toda su crudeza. Después de cuatro canciones, el Coliseo ya era una auténtica olla a presión.
Era el momento de hacer sonar uno de los más míticos, La vereda de la puerta de atrás. En los temas menos conocidos el público aprovechó para recargar pilas, porque el resto del tiempo el Coliseo era un karaoke colectivo con una banda que sonó muy contundente. Tras un breve intermedio llegó otra tanda de clásicos, So Payaso, Puta o Standby.
Faltaba una, y el público lo sabía. Robe volvió a salir una vez más al escenario para regalar Salir a los más miles de coruñeses que no dejaban de corear su nombre. Se acababa así una noche histórica, donde el Coliseo recuperó el calor de antaño. Esperemos que se repita pronto.