El Bar Egeo cierra 20 años después del «Mar Egeo»

A CORUÑA

07 oct 2012 . Actualizado a las 07:02 h.

Uno chocó contra las rocas y otro contra la crisis. La madrugada del 3 de diciembre se cumplirán 20 años de la catástrofe del Mar Egeo. La madrugada del 20 de octubre cerrará sus puertas el Bar Egeo, de la calle del Sol, un clásico del Orzán. «Lo curioso es que el nombre salió de un concurso que convocamos entre los clientes. Recuerdo que el ganador cambió el premio por una caja de Heineken que se fue bebiendo noche a noche», comenta Lorenzo, el propietario del establecimiento que se ve obligado a cerrar porque «no me salen las cuentas». Antes de este, que abrió en el 96, había regentado el famoso Tatraplan, otro clásico, y en la actualidad también está al frente del Filomatic, en Monte Alto, donde programa diferentes actuaciones a lo largo del año. Lo cierto es que la similitud de Bar Egeo con Mar Egeo convirtió a este pub que cerrará horas antes de las elecciones autonómicas en uno de los más famosos de la ciudad. Una pena que se acabe la historia, aunque quién sabe si habrá alguien, a pesar de los tiempos que corren, que vuelva a apostar por este local situado en una zona que no está viviendo, ni mucho menos, sus mejores momentos. Prueba de ello es que se le suma ya otra pérdida, la del Tribeca, un histórico del Orzán que ayer mismo celebró su fiesta de despedida.

Tres meses después

Se les esperaba el 6 de junio pasado, y por fin ayer se les pudo escuchar. El concierto de hace tres meses de Marlango tuvo que suspenderse, pero ayer, en el Ágora, la actriz y cantante Leonor Watling volvió a hacer bueno el título de su nuevo disco, Un día extraordinario, con una actuación en la que el público pudo disfrutar de los temas de su primer álbum en castellano, creado con Óscar Ibarra y el compositor Alejandro Pelayo.

Comida por Artesanos

«La cosa está muy mal económicamente y hay que recaudar dinero como sea», me comenta el presidente de la Reunión Recreativa e Instructiva Círculo de Artesanos, la histórica sociedad coruñesa que lleva muchos años sumida en una profunda depresión. Ayer organizaron una comida, a 25 euros el cubierto, precisamente con ese objetivo, conseguir juntar dinero para seguir tirando. «La gente respondió porque se apuntaron unas cien personas. Todo lo que se haga es poco, pero ayuda», apunta Alfredo Rodríguez Martínez, que lleva apenas unos días en el cargo por el que desfilaron distintos nombres en esta última etapa.