El billete costará 1,22 desde septiembre, salvo que el Ayuntamiento asuma el sobrecoste
18 jul 2012 . Actualizado a las 20:38 h.El sábado 1 de septiembre es la fecha elegida por el Gobierno para aplicar la subida del IVA aprobada en el último Consejo de Ministros. Ese día, entre los miles de productos y servicios que se encarecerán está el bus urbano coruñés, ya que el tipo reducido del tributo, el que se aplica en el caso del transporte colectivo de viajeros, se eleva del 8 al 10 %. Un alza que, en euros, se traducirá en dos céntimos más en el billete. De los 1,20 euros fijados para la tarifa ordinaria en enero, tras la última revisión del precio, se pasaría a 1,22.
«Lo único que tenemos es que aplicar la ley», explica el presidente de la Compañía de Tranvías, José Prada, que explica que la empresa no tiene margen de maniobra para esquivar la subida del impuesto. En ese sentido, apunta que el coste del billete antes de impuestos asciende en la actualidad a 1,11 euros, por lo que cada punto extra en el tributo supone una subida ligeramente superior al céntimo. En este caso, y aplicando el redondeo hacia abajo, la subida será de 0,02 euros.
Prada apunta que el único que podría evitar el sobrecoste del billete es el Ayuntamiento con una decisión política: «Nosotros en todas las subidas siempre hemos aplicado el IVA correspondiente, otra cosa es que el Ayuntamiento decidiese asumir esa subida». Una decisión que no se tomó en el 2010, cuando el anterior Ejecutivo socialista subió el IVA reducido del 7 al 8 % y fue el usuario el que hizo frente de su bolsillo al céntimo adicional en el que se encareció tanto el billete ordinario (que pasó de 1,09 a 1,10 euros) como el bonobús (de 0,68 a 0,69).
Diferencia con la tarifa real
Además de la obligación legal de aplicar la subida del impuesto decretada por el Gobierno central, el presidente de la Compañía de Tranvías recordó ayer que la empresa «ya ha renunciado a cuatro céntimos», que se elevarían a seis si impactase sobre su beneficio el alza del IVA. Y es que el resultado de la tarifa polinómica, con la que cada año el Ayuntamiento y la empresa concesionaria del servicio de transporte público fijan los precios del billete para el año siguiente, arrojaba para el 2012 un resultado de 1,24 euros, lo que suponía una subida del 7 % sobre los 1,16 euros que estaban fijados en el 2011, aunque el pasajero pagaba 1,15.
Para evitar una subida tan brusca, el gobierno local negoció con la Compañía de Tranvías, que finalmente aceptó repercutir solo cinco de los nueve céntimos en la tarifa final al consumidor, tanto en el billete ordinario como en los bonobuses general y social.
Sobrecoste para el viajero
Por este motivo, en este caso la dirección de la empresa concesionaria del servicio no se plantea impactar sobre sus cuentas el alza fiscal decretado por el Gobierno. Una subida que supondrá un sobrecoste superior a los 400.000 euros para los usuarios del autobús urbano. Teniendo en cuenta que el año pasado los buses de la Compañía de Tranvías transportaron a 21,6 millones de pasajeros, la subida de dos céntimos por billete supondría un coste anual de alrededor de 432.000 euros. Prorrateado por meses, en los cuatro meses del 2012 en los que se aplicaría la medida, los viajeros tendrían un gasto adicional de unos 144.000 euros.
1,24 ?
La tarifa real
Es la tarifa fijada para el 2012. Tras una negociación, la empresa aceptó cobrar 1,20 euros.
1,22 ?
El billete desde septiembre
Si el Ayuntamiento no asume el sobrecoste del IVA, el bus subiría dos céntimos.
432.000 ?
Sobrecoste anual
Teniendo en cuenta el volumen de viajes, que el año pasado ascendió a 21,6 millones.