Tres mil participantes en la vigésima cuarta edición del trofeo más popular de este deporte en Galicia
23 abr 2012 . Actualizado a las 13:07 h.Los años no pasan por el Trofeo Miguelito de yudo. El certamen coruñés celebró ayer su vigesimocuarta edición con la frescura del primer día. Pero con tres mil participantes más. La madurez alcanzada por el formato no competitivo está fuera de toda duda desde hace más de una década.
Tres millares de jóvenes yudocas desde los tres años de edad se exhibieron ayer delante de sus mayores y de las autoridades (asistieron el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, para homenajear al equipo gallego júnior de yudo) desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la hora del almuerzo.
El Trofeo Miguelito, que nació como recuerdo al yudoca coruñés Miguel López tras su fallecimiento repentino, complementa el puro desarrollo deportivo con otras actividades como un concurso de fotografía, otro de dibujo o el reconocimiento a la puesta en práctica de las técnicas propias de esta disciplina olímpica.
Fue reconocida la labor de los centros educativos Fogar de Santa Margarida, Grande Obra de Atocha, Fernández Latorre, Wenceslao Fernández Flórez, CEIP Ramón Otero Pedrayo y Santa María del Mar.
Casi doscientos voluntarios colaboran con el buen desarrollo del evento, que consigue reunir a unas veinte mil personas a lo largo de toda la mañana en el Coliseum coruñés.
«La gente ya sabe que es la última semana de abril y lo prepara con mucho tiempo de antelación», explica el alma máter del Miguelito, Miguel Ramos. «Con el paso de los años, hemos conseguido reunir a varias generaciones de yudocas gallegos. Damos la oportunidad a los que eran como yo, ni buenos ni malos. En una competición, que a veces solo dura apenas unos segundos, no tienes la oportunidad de disfrutar en el tatami», argumenta Ramos, orgulloso de que el modelo no competitivo del Miguelito se haya exportado a otras ciudades no solo de Galicia sino de otros puntos de España, como Andalucía. «Pero ninguno de esos trofeos reúne la gente que logra el coruñés. Miguelito solo hay uno», dice.