Niños de Cuba reciben «zapatos solidarios» de Oleiros y A Coruña

e. s. oleiros / la voz

A CORUÑA

12 mar 2012 . Actualizado a las 13:42 h.

«Durante un viaje particular a Cuba a mediados de los 90, cuando se produjo el llamado período especial, vimos a los niños descalzos por la calle. Y eso tocó nuestro corazón». A partir de entonces, Xosé Mosteiro y su mujer Luz Togores, crearon la asociación sin ánimo de lucro Rolando Beltrán Hurtado para ayudar a los sectores más vulnerables de la sociedad cubana: los niños y los ancianos.

Mosteiro explica que las únicas subvenciones que han recibido por ahora de instituciones públicas han sido del Concello de Oleiros. No obstante, sus 40 socios hacen un importante esfuerzo cada año para poder enviar dinero destinado a los alumnos del internado de primaria Abel Santamaría Cuadrado, situado en el extrarradio de la ciudad Santiago de Cuba.

La mayor parte de los fondos se destinan, en primer lugar, a cubrir las necesidades perentorias de los niños: zapatos, ropa interior y artículos para el aseo personal. «Una vez cubiertas esas demandas, si sobran fondos se destinan para ayuda alimenticia (especialmente aceite) y artículos de limpieza», explica Xosé Mosteiro. Así, gracias a la cortadora de fiambre que se adquirió en años anteriores, a los 60 alumnos internos se les ofrece dos o tres veces por semana una «merienda especial» con jamón y queso. Y si, después de eso, todavía hay dinero, la asociación gestiona la adquisición de mobiliario: «Así pudimos comprar muebles auxiliares para la enfermería o literas para los dormitorios», explica el presidente de la entidad.

6.000 euros por un contenedor

Xosé y Luz recuerdan que los primeros años en los que enviaron ayuda a Cuba fueron muy duros. De hecho, en el año 2000 tras un engorroso y largo papeleo pudieron enviar al internado un contenedor lleno de enseres. «Tan solo mandar el contenedor nos costó un millón de las pesetas de entonces [6.000 euros]. ¡Algo terrorífico! Así que decidimos que lo más barato y operativo era enviar el dinero y comprar en Cuba lo que necesitaban los niños», explica Mosteiro. Así, desde el 2001 ya no envían contenedores sino que envía el dinero a través de la asociación Rolando Beltrán Hurtado. En el 2004 lograron hacer giros por importe de 10.000 euros; en el 2011 enviaron 7.100 euros. «Sí, en la asociación también hemos notado la crisis», indicó su presidente.

Quizás en los próximos años, la oenegé podrá acometer el proyecto de mejora de los elementos de juego del parque, una medida de la que no solo se beneficiarán los internos («treinta varones y treinta hembritas, como dicen en Cuba», explicó Mosteiro), sino también los mil alumnos restantes de la escuela. La asociación está abierta a más adhesiones (asoc_r_beltran@terra.es).