Tocino mortal en Oleiros

Elena Silveira
Elena Silveira OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

Una vecina de Santa Cristina denuncia que alguien deja alfileres envueltos en beicon para que los coman los perros

30 ene 2012 . Actualizado a las 07:09 h.

Lorena sacó a pasear a su perro Vito como todos los días. Atado a la correa, lo dejó olisquear en una zona verde situada frente a la rotonda de acceso a Santa Cristina. El perro acercó el hocico a algo blanco y abrió la boca para tragarlo. «Al principio pensé que eran champiñones laminados, que alguien había dejado allí tirados. Pero al agacharme me di cuenta de que era grasa, tocino, y enseguida me alarmé». Lorena se acordó de que hace tres o cuatro años sus vecinos habían comentado que algún perro había comido beicon en la calle y había muerto días después desangrado. «Intenté sacarle el tocino de la boca, pero ya lo había tragado. Entonces, cogí uno de los que quedaban en el suelo, lo abrí y comprobé que dentro había alfileres».

Lorena cuenta que, para evitar que otros perros hiciesen lo mismo, cogió los cuatro o cinco trozos que quedaban en el suelo y los tiró dentro de un contenedor. Rápidamente llevó a su mascota a una clínica veterinaria, donde una radiografía confirmó que Vito no solo había comido un trozo de tocino con alfileres, sino dos. «¡Y los alfileres eran enormes!», recuerda. El perro, un precioso whippet gris de cinco meses, fue sometido a una endoscopia. «Y menos mal que funcionó, porque la alternativa era una operación de estómago y un posoperatorio muy complicado», explica Lorena. Durante los días siguientes, Vito estuvo a dieta blanda y Almax. «Ahora lo vigilo más», explica.

De todas formas, no quiso que el incidente quedase ahí y presentó la correspondiente denuncia en la Guardia Civil. «Ellos me informaron de que lo que han hecho es un delito y que el Seprona actuará de oficio para encontrar al culpable». Para alertar a los dueños de mascotas que pasean por la zona, Lorena pegó en las farolas que alumbran la zona verde varios carteles contando lo ocurrido. «Pero alguien se dedica a despegarlos», se queja. No obstante, cree que sabiendo que la Guardia Civil investiga lo ocurrido «ese desalmado no se atreverá a repetir esa salvajada».