Cuatro accidentes simultáneos causan colas en la N-VI y en la AP-9
19 ene 2012 . Actualizado a las 12:15 h.Alfonso Molina no da para más y la alternativa por la avenida de las Jubias no es válida ni para aliviar el tráfico que entra o sale de la ciudad en el caso de que existan problemas en la primera carretera. Así quedó reflejado ayer con el monumental atasco que se registró en las arterias de acceso de A Coruña, un caos de tráfico que se extendió durante más de dos horas.
El problema surgió sobre las ocho de la mañana cuando se produjo una colisión en cadena, a la altura del desvío hacia Pocomaco y en sentido entrada a la ciudad, en la que se vieron involucrados tres vehículos, según informaron fuentes de la Guardia Civil de Tráfico. Las retenciones no se hicieron esperar. Pero a los pocos minutos colisionaron dos vehículos en la misma zona, y a continuación otros tres, y un poco más tarde chocaron otros dos coches.
Las paradas intermitentes se convirtieron en largas colas, que se extendieron hasta el kilómetro 6 de la autopista AP-9, y llegaron hasta Perillo por la N-VI, afectando también a la carretera de las playas y a la salida a A Pasaxe desde Fonteculler.
Y todo ello a pesar de la rápida intervención de las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico que se desplazaron a Alfonso Molina de forma inmediata. Los agentes coordinaron la retirada rápida de los coches afectados y dirigieron el tráfico, pero nada fue suficiente para evitar el caos en la circulación, que se alargó hasta pasadas las diez de la mañana.
Los problemas de tráfico también se registraron a las ocho en la avenida de San Cristóbal debido a una colisión entre dos vehículos. Y a las nueve y diez los carriles de Alfonso Molida también se vieron afectados por un choque a la altura de las Pajaritas.
Sobre las ocho de la mañana también se produjo una colisión por alcance, en la que se vieron involucrados un camión cargado de madera y dos automóviles, en el kilómetro 578 de la autovía A-6, en el municipio de Cambre. El conductor de uno de los coches sufrió heridas leves a pesar de que su coche quedó completamente convertido en chatarra.
A consecuencia de la colisión fue necesario cortar uno de los carriles de la vía rápida hasta las diez de la mañana, lo que provocó importantes retenciones en el tráfico.