La combustión de carbón llena A Coruña de humo desde el martes

R. Castro

A CORUÑA

16 nov 2007 . Actualizado a las 20:57 h.

El almacén cubierto para el carbón que utiliza Fenosa en el puerto coruñés continuó ayer desprendiendo una humareda constante sobre la ciudad, por tercer día consecutivo, acompañada de un olor a gas con intensidad variable a lo largo de la jornada.

El problema surgió el martes, cuando la empresa detectó un punto de calor entre las 70.000 toneladas que se alojan en el almacén, conocido como Medusa por su estructura semicircular. Desde entonces, los técnicos de la compañía y de Fergo Galicia remueven el mineral y lo extraen del recinto para localizar el origen de la combustión, que no está acompañada de llamas, y enfriarlo.

Las tareas se intensificaron durante el día de ayer, aunque fuentes de Unión Fenosa admitieron que marchan a un ritmo más lento del esperado, para no poner en riesgo la seguridad de los operarios. De hecho, la remoción del carbón mediante palas excavadoras fue suspendida temporalmente por la tarde, debido a los altos índices de monóxido de carbono que se registraban en el almacén.

Una dotación de los bomberos coruñeses, junto al concejal de Protección Civil, Florencio Cardador, acudieron a la Medusa a media tarde para colaborar en el dispositivo. Ventilaron la instalación mediante equipos autónomos y arrojaron cortinas de agua sobre la mercancía, aunque no lograron sofocar la combustión, que en el puerto recuerda a la crisis del mercante Ostedijk , que en febrero recorrió la costa gallega con una combustión de fertilizantes.

Botellas de oxígeno

A última hora de la tarde, los técnicos calculaban que el calor alcanzaba a más de 15.000 toneladas de carbón. Se preveía que dos palistas trabajaran durante la noche con botellas de oxígeno para retirar la mayoría del mineral afectado.

Fenosa, la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento reiteraron que la situación no tiene consecuencias sanitarias ni medioambientales para los coruñeses. Así, la estación ambiental de San Diego, ubicada frente a la Medusa, detectó ayer un valor máximo de 1,2 miligramos por metro cúbico de monóxido de carbono, cuando el valor límite para la protección de la salud humana es de 10 miligramos. Por lo que respecta al dióxido de azufre, se registró un máximo de 20 microgramos por metro cúbico, y el límite es 350.