La Seminci exhibe la buena salud formal del cine sobre la Primavera Árabe

Miguel Anxo Fernández VALLADOLID / E. LA VOZ

CULTURA

NACHO GALLEGO

El certamen entregó este miércoles sendas Espigas de Honor a dos figuras de Bollywood, al actor Kabir Bedi y al veterano productor Bobby Bedi

27 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque ayer en la Seminci fue el Día de la India, con la entrega de sendas Espigas de Honor a dos figuras de Bollywood, el actor Kabir Bedi (popular por ser Sandokán para las pantallas de finales de los setenta) y al veterano productor Bobby Bedi, la sección oficial reflejó el compromiso del cine con la llamada Primavera Árabe a través de tramas con claros mensajes de cambio, al tiempo que confirman un óptimo nivel formal. Pese a existir todavía control de la censura sobre temáticas vinculadas a la política, la religión y el sexo, sus directores y guionistas logran tomar el pulso a la actualidad, recordando en ese sentido a las argucias usadas por los cineastas españoles durante el franquismo. Si el pasado domingo, en la egipcia Eshtebak (Clash), Mohamed Diab metía el enfrentamiento entre islamistas, sus contrarios y los militares, en una veintena de detenidos dentro de un furgón policial, la tunecina Hedi (coproducida por Catar y Emiratos Árabes), de Mohamed Ben Attia, retrata la situación política y económica local, mostrando a un joven cohibido ante su dominante madre (el viejo sistema), que un buen día decide romper con todas sus imposiciones de matrimonio y de trabajo, para tomar sus propias decisiones. El protagonista ya se llevó el premio en Berlín.

Otro tanto se aprecia en dos filmes procedentes de Irán, que al tiempo retratan a una sociedad en efervescencia, muy distante del tópico con el que Occidente retrata al país de los ayatolás. Dohhtar (Hija), del ya veterano Reza Mirkarimi, que acaba de ganar con este filme el festival de Moscú, refleja el conflicto entre tradición y modernidad, así como la lucha de la mujer por emanciparse, a través de una estudiante enfrentada a su padre cuando decide tomar un avión para ir a una fiesta en Teherán. De impecable rodaje, con un impresionante Farhad Aslani (galardonado en Moscú) en el papel de padre, está entre la excelencia disfrutada hasta ahora en la oficial.

También con prestigio consolidado, el iraní Asghar Farhadi muestra en Forushande (The Salesman) a una sociedad con firmes deseos de avanzar, a partir de la crisis que provoca en una pareja de actores teatrales, el asalto nocturno a la esposa. Incluso, durante los ensayos de Muerte de un viajante, de Arthur Miller, hacen referencia a la visita del censor. En su paso previo por Cannes, Shahab Hosseini se llevó el premio al mejor actor y el propio Farhadi al mejor guion. Son filmes que llegarán a las pantallas españolas en las próximas semanas.