El «thriller» literario pide paso en el cine

miguel anxo fernández

CULTURA

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El género alimenta un número destacado de las grandes apuestas de la temporada

24 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En su acepción más global, el thriller abarca desde el género negro al fantástico y otras variantes del drama muy suculentas para el cine. Por eso regresa con fuerza a la pantalla grande en la presente temporada, teniendo como anticipo a tres estrenos todavía frescos. El primero es Inferno, tercera dosis de la franquicia iniciada con El código Da Vinci (Ron Howard, 2006) y el profesor de simbología Michael Langdon, creado por Dan Brown y ahora frente a una diabólica conspiración tomando el infierno de Dante; el segundo, Snowden, dirigida por Oliver Stone según los libros The Snowden Files, de Luke Harding, y Time of the Octopus, de Anatoly Kucherena, recogiendo la peripecia del informático Edward Joseph Snowden, que en el 2013 filtró documentos de alto secreto pertenecientes a la CIA y de la NSA; finalmente, La chica del tren, realizada por Tate Taylor sobre el best seller de Paula Hawkins, con Emily Blunt como la divorciada que observa un hecho impactante desde el tren que quizá acabe involucrándola.

Realmente el género nunca se había marchado de las pantallas, pero la tan cacareada crisis de ideas que afecta a la industria de Hollywood provoca un considerable aumento de adaptaciones literarias, tirando de primeros espadas en el género como John Le Carré, Philip Roth, Dennis Lehanne y Lee Child, entre muchos otros, incluida la reciente premio Planeta, Dolores Redondo y su El guardián invisible, realizada por Fernando González Molina (Palmeras en la nieve), y peripecia iniciática de la inspectora Amaia Salazar interpretada por Marta Etura. Espías atormentados, detectives expeditivos, ejecutores implacables y traumas insondables, conforman las tramas que se irán estrenando con cadencia regular hasta la primavera próxima.

Fuerzas especiales y espías

En un registro a la medida de su productor, propietario de la franquicia y protagonista, Tom Cruise es Jack Reacher: nunca vuelvas atrás a las órdenes de Edward Zwick, con el ex de las fuerzas especiales creado por Lee Child regresando al tajo cuando detienen a una antigua amante. Las novelas de Le Carré son un imán para el cine y ahora toca Un traidor como los nuestros, orquestada por Susanna White, con Ewan McGregor y Stellan Skarsgard, como el británico de vacaciones en Marruecos y el millonario ruso que asegura pertenecer a la mafia rusa. La novela autobiográfica homónima de Robert Mazur fue recreada por Brad Furman en Infiltrado, con Bryan Cranston en el papel del propio Mazur, policía estadounidense que en los años 80 se coló en una banda de narcos colombianos. Para su segundo largo, Tom Ford adaptó y dirigió el thriller de Austin Wright, Animales nocturnos, con Amy Adams como la esposa divorciada que recibe un original para la lectura de su ex, el escritor Jake Gyllenhaal.

El amado Boston de Dennis Lehanne retorna de la mano de Ben Affleck en su triple rol de guionista, realizador y actor en Vivir de noche, durante los años 20 de la Ley Seca, sobre un tipo adentrado en el mundo del crimen organizado. Otro que vuelve es Danny Boyle con T2-Trainspotting, en Edimburgo veinte años después, sobre nuevo texto de Irvine Welsh con Ewan McGregor y Robert Carlyle retomando sus personajes. El propio McGregor, en su primera incursión como director de ficción, eligió la novela American Pastoral, de Philip Roth, el devenir de una familia en la convulsa década estadounidense de los 60, a partir de la desaparición de una hija que llevará al padre a asumir que ya nada será como antes. Protagonizan el propio McGregor junto a Dakota Fanning y Jennifer Connelly. Finalmente, el veterano Paul Schrader regresa al género con Dog Heat Dog, sobre novela autobiográfica de Edward Bunker, reuniendo a Nicholas Cage y Willen Dafoe, dos secuestradores fuera de control.