Espacios faradaysiacos

Miguel Barral Precedo
Miguel Barral A CORUÑA

CIENCIA

JUAN GRONDONA

Ahora que Francia ha reconocido el derecho a desconectar del móvil, sugiero a arquitectos y paisajistas que cubran de cobre algunas plazas, zonas ajardinadas y pequeños parques

13 ene 2017 . Actualizado a las 08:29 h.

Desde el 1 de enero, Francia reconoce el derecho a desconectar del trabajo desconectándose del móvil e internet. Dado que ya se plantea si aquí deberíamos seguir su ejemplo, voy a anticiparme y sugerir a arquitectos, paisajistas, concejales de urbanismo y demás «familia» que cubran con enrejados de cobre algunas plazas, zonas ajardinadas o pequeños parques. A imagen y semejanza de lo que hace ?y explica- el protagonista, interpretado por Johnny Depp, de la intrascendente película Trascendence ): «El cobre inhibe la radiación electromagnética: esto es un santuario. Nada lo atraviesa, ningún tipo de señal. Sin cobertura».

O mejor dicho, con cobertura de cobre. Porque, en definitiva, lo que ha creado es un «santuario de Faraday». Eso es, un espacio desconectado gracias a una jaula de Faraday. Un dispositivo inventado por el genial físico británico en 1836 con la finalidad original de proteger de las descargas eléctricas. Pero que igualmente sirve para proteger y aislar de campos electromagnéticos como los que transportan las señales de los móviles.

En esencia, se trata de un espacio contenido o encerrado en un material conductor, que en virtud de su naturaleza, en presencia de un campo electromagnético externo induce la aparición de otro campo equivalente y contrario que anula al anterior. Como resultado, en el interior de la «jaula» el campo es nulo y todo lo que permanece dentro está aislado de señales electromagnéticas, incluidas las de la telefonía móvil.

Dicho lo cual, y mientras el concejal de turno consigue que se apruebe la medida, la ídem bien podría ser adoptada por los hosteleros para crear terracitas faradaysiacas donde disfrutar de tu consumición sin tener que soportar, no ya el incesante e insufrible tono de tu móvil, sino también el de todos los que te rodean. Si en su momento triunfaron las terrazas (y espacios) libres de humos y luego las destinadas a los fumadores, no me cabe duda de que éstas también triunfarían. Al menos yo sería un asiduo.

Aunque, a lo mejor, hay una alternativa aún más sencilla a esta nueva forma de acoso laboral. La que (le) sugiere la pareja de Depp a éste en el film: ¿Y no bastaría con apagar el móvil?