Un gallego impulsa la divulgación de la ciencia en español en Estados Unidos

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

CIENCIA

Coordina un proyecto que lleva la investigación a los institutos bilingües

08 mar 2016 . Actualizado a las 07:15 h.

¿Es posible modificar genéticamente a una persona? Preguntas como esta, y otras incluso más insólitas realizadas por alumnos de entre 14 y 17 años sorprenden a menudo a Carlos Sierra Sánchez. Solo que él no es profesor, sino ingeniero biomédico; ni trabaja en España, sino en Nueva York. Es el coordinador del programa Educando ciencia en inglés y español (Ecusa), una iniciativa impulsada por la Asociación de Españoles Científicos en Estados Unidos, con 700 socios, para atraer talento hacia las áreas científicas entre los jóvenes de habla hispana, la gran mayoría hijos de inmigrantes latinos. Y, de paso, promover la enseñanza del español.

«Por un lado queremos enseñarles que la ciencia puede ser divertida y, por otro, demostrarles que el español también es un idioma para la investigación», explica Sierra, natural de A Coruña, que está realizando el posdoctorado en la Columbia University de Nueva York apoyado por una beca de la Fundación Barrié. «Me proporciona una gran satisfacción -añade- contribuir a dignificar el castellano en Estados Unidos y demostrar a los estudiantes que es un idioma enormemente útil».

Los chicos son bilingües, pero muchos ya nacieron en Estados Unidos y dominan mejor el inglés que el español, por lo que en algunas cuestione es necesario utilizar el primer idioma para que las entiendan. Las sesiones consisten en charlas, pero también en talleres interacción por parte de los alumnos, como la extracción de ADN del plátano. «Intentamos -apunta el investigador- hacer experimentos llamativos para que los chavales se diviertan y se interesen». La actividad también ha servido para desmitificar a los científicos, a los que muchos chicos aún siguen viendo como bichos raros encerrados en sus laboratorios.

La respuesta a la iniciativa, que en el caso de Nueva York cuenta con el apoyo del consulado de España, ha sorprendido a los impulsores de la iniciativa, que también se lleva a cabo en otros cuatro departamentos repartidos por distintos Estados de EE.?UU.

Sierra también aprovecha alguna de sus charlas para hacer un guiño a Galicia. Lo hace cuando les habla a los chavales de los productos anticancerígenos de origen marino, en los que pone como ejemplo la actividad desarrollada por la empresa de origen gallego Pharmamar.

Puede parecer extraño que se lo cuente un ingeniero biomédico, pero en su caso no, ya que además de hacer el doctorado en ingeniería industrial en la Columbia University realizó el grado de Física en Santiago y el de Ciencias del Mar en la Universidade de Vigo.

Aunque lleva ya tres años en Estados Unidos, donde está perfectamente adaptado, a Carlos Sierra le sorprenden aún ciertos aspectos de la mentalidad del país, que se refleja también en los niños. «Aquí se sigue pensando que cualquier cosa se puede conseguir con dinero, aunque les digas que no», explica. Técnicamente sí es posible modificar en buena parte la genética de una persona, pero ni es ético ni es legal. Es la respuesta que les dice a los adolescentes que le formulan la pregunta. Pero ellos insisten: «¿Ya, pero si llegamos a tener muchísimo dinero?». Es entonces cuando el científico-profesor se ve obligado a zanjar la cuestión: «La ética no se puede comprar con dinero». El programa Ecusa se extenderá en otras ediciones a niños de las escuelas primarias. ¿Le harán la misma pregunta?