Los científicos aconsejan pescar solo 1.587 toneladas de sardina en el 2016

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

CIENCIA

Situación de la sardina
La Voz

Sostienen que la biomasa de la especie está en mínimos históricos

17 jul 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

Lo que le faltaba al cerco. La alegría moderada por la reapertura, ayer mismo, de la anchoa en el Cantábrico (VIIIc) y del jurel para los barcos gallegos que realizan gestión conjunta en esa zona la sofocó de golpe el ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar) desde Dinamarca con sus recomendaciones para la sardina. Su propuesta para el año que viene es que no se pesquen más de 1.587 toneladas en aguas ibéricas; esto es, el Cantábrico, Galicia, Portugal y el golfo de Cádiz. Así las cosas, portugueses, gallegos, asturianos, cántabros, vascos y andaluces tendrían que sobrevivir en el 2016 con una doceava parte de las capturas que tienen autorizadas para este año: 19.005 toneladas para Portugal y España.

«É unha barbaridade. Me pregunto de que se vai vivir», manifiesta Andrés García, representante de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga). Sobre todo porque este año «se ve bastante máis sardiña que o ano pasado», añade.

Pero la percepción que tienen los científicos es radicalmente distinta. Señalan que la biomasa de adultos ha caído desde el año 2006 y actualmente está en mínimos históricos. A eso se suma que los reclutamientos -ejemplares que se incorporan a la pesquería- están siendo muy bajos desde el 2005. Además, aunque la mortalidad por pesca ha bajado un 60 % con respecto a su pico en el 2011, el año pasado todavía se situó en valores similares a la que hubo entre 1990 y el 2005.

Sostienen, asimismo, que tanto el stock como las capturas están conformados por ejemplares jóvenes de bajo potencial reproductivo. Así que la recuperación de las poblaciones de sardina ibérica depende de que en años venideros haya más reproductores, algo que refuerza la necesidad de reducir la mortalidad por pesca. Más todavía de lo que, reconoce el ICES, se ha recortado desde el 2011.

Época de las campañas

El sector admite que la sardina escasea en el caladero. Lo decía ya hace unos años y por eso aceptó, aunque a regañadientes, esa regla de explotación que pactaron Portugal y España para evitar que la Comisión Europea impusiese un TAC (total admisible de capturas) para la sardina. Fijaron un máximo de 20.090 toneladas para el 2014, tope que se rebajó este año a las 19.005. Pero la sugerencia de esas escasas 1.600 toneladas justo cuando ven mayor abundancia los deja descolocados. Por eso sospechan que «quizá as campañas que amosan a abundancia da especie se fan en datas non apropiadas», apunta García. De hecho, eso es lo que creen que ocurre cuando estudian el jurel, que «non se evalúa cando o caladoiro está abarrotado de peixe».

Los profesionales esperan ahora que ese consejo que solo atiende a la situación biológica de la sardina se module con la parte socioeconómica del problema, que es la de prácticamente privar a un segmento de flota de una de sus especies principales.

Los asesores mejoran su recomendación para la especie en el golfo de Vizcaya

La situación apocalíptica que los científicos dibujan para la sardina de aguas ibéricas contrasta con la recomendación que los asesores de la Comisión hacen para el golfo de Vizcaya, el sur del mar Céltico y el este del canal de la Mancha. Allí, su consejo es que no se pesquen más de 33.065 toneladas en el 2016 y la misma cantidad en el 2017. La sugerencia anterior fue la de que no se capturase por encima de las 27.554. Otra cosa es que se pescase bastante más de la cantidad propuesta: 45.312 toneladas. A ese stock se adscribe la zona VIIIb, donde capturan sardina los cerqueros gallegos que se desplazan hasta el País Vasco para participar en la costera de la anchoa.

El bocarte de la IXa (de Fisterra al golfo de Cádiz) fue otra de las poblaciones analizadas, pero el ICES no puede dar consejo por falta de datos.