La ciencia gallega en la cima del éxito

CIENCIA

Álvaro Ballesteros

Uno de los ínices que miden la producción científica de un centro de investigación es su número de patentes. La traslación del conocimiento al futuro mercado. En Galicia hay ejemplos del éxito de proyectos científicos que han desembocado en patentes de todos los ámbitos
 

14 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El vínculo entre los laboratorios y la empresa es cada vez más próximo. La investigación que inician los científicos de los hospitales, las facultades y los institutos de investigación acaba muchos veces en la cartera de producción de una compañía. En ocasiones la empresa surge ya de la propia sede científica, como son las spin off. Y las patentes son un primer paso para llevar a cabo este desarrollo comercial. En Galicia hay ejemplos diversos. Tres de ellos dan buena cuenta del valor de la ciencia y de su inestimable aplicación en el desarrollo de la sociedad del bienestar. 

Ana María Otero Casal dirige el grupo de biotecnología marina y acuicultura de la Universidade de Santiago. Trabajan en dos líneas de investigación principales, la biotecnología de microalgas, que ya ha generado patentes; y el desarrollo de vías alternativas al uso de los antibióticos, por la que acaban de patentar a nivel internacional una enzima capaz de hacer desaparecer la comunicación entre las bacterias. La explicación es sencilla, las bacterias se comunican mediante una molécula señal. Si se elimina la comunicación creen que están solas y no atacan. Este proceso no mata a la bacteria, como los clásicos antibióticos, pero la vuelve inofensiva. Lo que hacen las enzimas, que denominan quorum quenching, es degradar estas señales entre bacterias, hacerlas desaparecer, «y si no se comunican, no atacan», dice Ana.

Las aplicaciones prácticas de esta patente no se limitan a la sanidad humana, sino que se extienden a la animal u a otros sectores. El verdín que se forma en las piscinas o la costra de la quilla de los barcos se inician con bacterias que tuvieron que comunicarse para colonizar la zona, por lo que esto permite elaborar pinturas que eviten este problema o catéteres para uso clínico recubiertos con esta enzima. En el caso de este grupo han decidido comercializar la patente, con la ayuda del Fondo de Inversión en Ciencia de la Barrié, en el campo de la sanidad animal por dos motivos: porque el proceso es muy largo en el caso de los fármacos de uso humano, y porque el perjuicio de las bacterias patógenas en acuicultura es muy elevado, ya que está prácticamente prohibido el uso de antibióticos.       

El caso de Nanogap es ya un referente en Galicia. Esta spin off surgida en el 2006 tiene desde el 2010 una filial en California. Su éxito radica en una tecnología con partículas inferiores a un nanómetro. Son expertos en patentar. Cursaron ya quince solicitudes y doce están en activo. Algunas ya han sido concedidas en países europeos, Estados Unidos, Corea del Sur o Japón. Las más comercializadas son las que protegen la producción de clústeres cuánticos atómicos, un producto que solo fabrica Nanogap a nivel mundial y de forma industrial, y que consiste en producir nanofibras de plata, de tintas conductoras y de nanosistemas luminiscentes, explica Daniel Fernández, responsable de innovación. 

También una spin off es el resultado del proyecto de investigación de Alexandre de la Fuente, Rafael López y Miguel Abal, del Instituto de Investigaciones Sanitarias de Santiago. Se denomina NasasBiotech y sus creadores han desarrollado un sistema que atrapa células metastásicas e impide que se diseminen a otros órganos del cuerpo. El proceso está patentando a nivel internacional y cuentan con el apoyo de la Fundación Ramón y Domínguez y la Barrié. Actualmente, explica el oncólogo del CHUS, Rafa López, están en proceso de informar a una agencia del medicamento de un país europeo para poder comenzar los ensayos clínicos, algo que confían en iniciar a finales del 2015 o principios del 2016. Esta técnica funciona muy bien en el peritoneo, por lo que el ensayo clínico se hará en mujeres con cáncer de ovario, y si sale bien podrá ampliarse al cáncer colorrectal e incluso al de páncreas. 

 NANOGAP, LA INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIA CONVERTIDA EN ÉXITO EMPRESARIAL

«La mayoría de nuestras patentes protegen productos o tecnologías comercializadas directamente por Nanogap»

Daniel Fernández forma parte de una empresa que escenifica claramente como la investigación universitaria puede desembocar en el éxito empresarial. Aunque acostumbran a comercializar directamente sus patentes, también licencian a otras empresas aplicaciones o productos cuando entienden que pueden explotarlos mejor, bien sea por localización geográfica, el conocimiento del mercado u otros factores. 

 RAFAEL LÓPEZ, oncólogo

«En este tipo de proyectos sale bien uno de mil, pero es la única forma de conseguir algo»

Lo suyo es la asistencia y la investigación, así que los temas empresariales se los deja a otros. El oncólogo Rafael López asegura que el proyecto busca fondos de inversión o capital riesgo, más habituales en países como EE. UU. o Inglaterra. Son los únicos que se atreven con este tipo de proyectos que aunque son arriesgados, en el caso de ser un éxito, lo son en mayúsculas.

 ANA MARÍA OTERO CASAL, investigadora de la USC 

«A los investigadores nos gusta que nuestro trabajo llegue al mercado, pero está poco reconocido»

Ana María, en la foto con Manuel Romero, un investigador que en breve volverá a Galicia, asegura que en estos momentos hay compañías internacionales evaluando el producto con el objetivo de comercializar la patente de las enzimas que logran volver inofensivas a las bacterias. Sobre la colaboración con la empresa afirma que hay poca cultura de I+D y aunque a los científicos les gusta que la investigación llegue al mercado «lo hacemos sin saber lo poco reconocido que es»