Nikola Tesla y el arte de la ciencia

Álvaro Sevilla Gómez
álvaro sevilla RIBEIRA / LA VOZ

CIENCIA

Rodríguez utilizó diversos líquidos para demostrar al público que las llamas cambian de color.
Rodríguez utilizó diversos líquidos para demostrar al público que las llamas cambian de color. c. queijeiro< / span>

El espectáculo «Tecnópole» resolvió varias incógnitas sobre la luz

24 abr 2015 . Actualizado a las 13:07 h.

Nikola Tesla murió olvidado y pobre, pero su figura se revalorizó con el tiempo. Sus admiradores lo denominaron «el genio al que robaron la luz», aupándolo así, a un altar reservado exclusivamente para aquellos que cincelan su nombre en la historia. Llegaron a considerarlo el Prometeo del siglo XX, por conseguir, al igual que el titán de la mitología griega, robar la luz a los dioses y entregársela a los hombres.

David Ballesteros y David Rodríguez volvieron a recuperar la figura del científico durante la mañana de ayer, con el fin de explicar a los más de 400 alumnos que abarrotaron el nuevo mercado municipal, todas las incógnitas que la ciencia puede resolver. Los alumnos llegaron en marabunta pero la ciencia los silenció.

«Nuestro objetivo no es otro que incitar la curiosidad en los chavales, queremos que sientan pasión por el conocimiento. A su edad es imprescindible hacerse preguntas. Nosotros estamos aquí para responderlas. El conocimiento científico es la base de nuestra sociedad», explicaba Ballesteros. Durante su exposición los jóvenes atendieron impasibles a los experimentos con explosiones, bobinas eléctricas, microscopios y láseres.

El nuevo mercado ribeirense, y los 400 adolescentes que lo llenaron, respiraron ciencia durante la mañana. Tesla se marchó eclipsado por sus contemporáneos, dejando su sabiduría en el olvido. Ayer, volvieron a revivir gracias a Ballesteros, Rodríguez y aquellos jóvenes que se dejaron sorprender por la ciencia.