El tradicional duelo entre los Celta de fútbol y de baloncesto tuvo muchas ausencias
29 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Un clásico de la Navidad menguante. Esa es la sensación que deja la tercera edición de la gala Creemos en ellas que nació como una idea para ayudar al Celta femenino de baloncesto. Porque en esta ocasión en las gradas de Navia había demasiado cemento y porque el Celta solo envió a tres jugadores que trabajan a diario con el primer equipo. Rubén y Costas, adscritos a la primera plantilla, y David Goldar. Además, completó su presencia con jugadores del equipo filial de Segunda B.
Aún así no faltaron ni el espectáculo ni las risas. En el enfrentamiento estelar, con dos equipos mixtos formados por jugadoras del Celta de LF2 y los futbolistas celestes que estuvieron en el encuentro, el denominado equipo negro, ganó al celeste por 46 a 39. Antes tuvo lugar el partido de técnicos, en donde también faltaron entrenadores de la primera plantilla del conjunto vigués.
Lo mejor de la cita de Navia fue con diferencia el torneo benjamín que protagonizaron siete equipos entre los que se encontraban los compostelanos del Pío XII, el Cortegada de Vilagarcía, Salesianos de Vigo y la Academia celeste entre otros.
Las dos ediciones anteriores habían estado mucho más concurridas, especialmente la primera, en donde Paco Herrera quiso contar con toda su plantilla e incluso cambió de balón por un día. En aquella ocasión estaba muy latente, además, la problemática económica de un equipo con la historia del Bosco Celta de baloncesto.
El año pasado Luis Enrique se pasó por las instalaciones, aunque sin llegar a jugar, pero a cambio también fue un número significativo de jugadores del primer equipo los que se dieron cita. Quizás las fechas, un día antes de la vuelta al trabajo, han pesado en esta ocasión. Una lección para mantener la tradición.