Un 2014 con saldo positivo para el Celta

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Larrivey fue el héroe del Camp Nou al marcar el tanto del triunfo en el partido más relevante del año.
Larrivey fue el héroe del Camp Nou al marcar el tanto del triunfo en el partido más relevante del año. TONI ALBIR < / span>EFE< / span>

Los célticos acaban el año con más victorias que derrotas y en una situación económica envidiable

22 dic 2014 . Actualizado a las 10:08 h.

El Celta cierra el 2014 en lo futbolístico en números positivos. No con síntomas de recuperación ni con brotes verdes, sino con la consolidación total del proyecto. Tan solo los cinco reveses consecutivos del último mes y medio afean lo que pudo haber sido un año para recordar con victorias sobre Real Madrid y Barcelona incluidas.

En números globales, el Celta acaba el año en cifras positivas. Ha disputado 39 partidos entre Liga y Copa con 16 victorias, ocho empates y 15 derrotas. Con un gol más a favor que en contra: 49 frente a 48. Y con Luis Enrique como el técnico que más veces le ha dirigido a lo largo del 2104 (21 frente a las 18 de Berizzo). Es la primera vez desde su retorno que el conjunto gallego acaba en cifras positivas.

El 2014 comenzó con derrota el día de Reyes en el Bernabéu, pero frente al Real Madrid, el entonces equipo de Luis Enrique, anunció que el cambio estaba en camino. Y cinco días después comenzó a escribirse con un triunfo sobre el Valencia en Balaídos. El equipo salió de la zona de descenso como un tiro e incluso protagonizó una recta final de Liga espectacular encadenando cuatro victorias consecutivas, una de ellas al Real Madrid en Balaídos, ubicándose en la octava posición de la tabla. Al final, y tras perder la despedida de Mestalla, el equipo de Luis Enrique cayó una posición.

Para entonces Lucho ya había sido pescado negociando su pase al Barça, igual que Berizzo en Chile con emisarios del Celta, incluido Carlos Mouriño, que se había reunido también con Ricardo Garea.

El Toto fue el elegido desde el primer momento para liderar un proyecto continuista con matices dentro de la filosofía de cantera del club. Y la puesta de largo del que fuera central céltico no pudo ser mejor, colocando incluso a los celestes en puestos de Champions después de la victoria en Elche. Hasta el mes de noviembre el equipo tuvo gol por el acierto de Larrivey, Nolito y Orellana, y se movió en todo momento entre los seis primeros, pero desde la victoria en el Camp Nou el conjunto se ha frenado en seco y ha afeado la estadística del año. Un punto de los últimos 18 con los que se fue el equipo al receso liguero deja un poso amargo en el ambiente, aunque con un colchón amplio de siete puntos con respecto a la zona de descenso que ahora marca el Granada.

Antes de esta cuesta abajo prendió la llama de la ilusión europea que todos los estamentos del club se encargaron de aplacar. «El objetivo es la permanencia, ya habrá tiempo de soñar», comentó Mouriño, el presidente de la entidad, coincidiendo con los días más felices. A estas alturas, y aunque el 50 % de la salvación está casi asegurada al sumar 20 puntos, el celtismo solo piensa en la permanencia.

En lo económico

Si en lo deportivo el aprobado global del Celta es amplio en el 2014, en lo económico raya el sobresaliente. El equipo roza la excelencia en este ámbito según el propio Javier Tebas, el presidente de la LFP. A estas alturas la deuda del conjunto vigués se sitúa en los 8,8 millones de euros a pagar, según la previsión, en el espacio de dos años, aunque no puede descartarse que el déficit cero sea un hecho consumado si a 30 de junio del 2015 se produce alguna venta.

El año deportivo que ahora finaliza también deja dos ventas. La salida de Yoel al Valencia y la de Jota al Brentford inglés. Dos decisiones que a priori no estaban en la hoja de ruta, porque tras vender a Iago Aspas los célticos dejaron constancia por escrito de su intención de dejar de ser un club vendedor, aunque tampoco se han pasado al club de los compradores. Porque por ahora el Celta todavía está pagando deuda concursal y sigue, según su presidente, en economía de guerra.

El mayor punto negro del año 2014 para la entidad de Praza de España fue el descenso del equipo filial a Tercera, un desliz importante para la apuesta de formación de cantera que se arregló con 265.000 euros para comprar una plaza en Segunda B.