El delantero marcó dos goles en la recta final para igualar el 0-2 del Guijuelo
23 nov 2014 . Actualizado a las 23:03 h.El Celta B encadenó su séptima semana sin ganar, pero sus integrantes se marcharon del campo con una sonrisa de oreja a oreja. Porque Borja Iglesias, a base de empuje, fe y una dosis de fútbol directo, rescató un punto en la recta final de un partido que se había puesto casi imposible con el 0-2 que el Guijuelo se llevó al descanso al beneficiarse de dos errores defensivos del equipo filial, que comenzó el partido con dos puntas, que exhibió más intensidad que en la era Fredi, pero que empezaba a sufrir el síndrome de una temporada demasiado parecida a la que le llevó a la zona de descenso un año atrás.
La intensidad y apostar por dos puntas de inicio fueron la tarjeta de presentación de Javi López en Barreiro como técnico del Celta B. Sin embargo, la propuesta no sirvió de inicio. Los célticos salieron precipitados, queriendo dar el segundo paso antes del primero, a la par que erráticos en la definición.
Los celeste disfrutaron de dos ocasiones claras para Borja Iglesias, una de ellas, robándole la cartera al central, y alguna llegada de Thaylor, pero frente a su falta de puntería emergieron los errores de siempre en defensa, con dos licencias tan grandes que se convirtieron en goles antes del descanso. Primero Marc, el ariete del cuadro salmantino, le ganó la marca a los centrales y pudo disparar por dos veces hasta que hizo diana. Después, una falta de intensidad alarmante en un córner de última hora que Ramiro remató en el primer palo y De Amo acabó por colar en su propia portería.
Javi López buscó soluciones con dos cambios rápidos en el segundo tiempo. Acumuló más gente de ataque con Yelko y Javi Qué, ocupando una banda Thaylor. El juvenil entró enchufado pero como al resto de sus compañeros se le hizo de noche en los últimos metros. Por eso el Guijuelo no solo lo llevó con tranquilidad en la contención, sino que incluso tuvo llegadas francas para aumentar la renta. Kevin lo evitó con un cruce oportuno y Óscar Santiago debuto en un disparo lejano.
Lo mejor, para el final
Pero lo mejor estaba por llegar. Con los tres cambios locales agotados a la hora de partido, los celeste reclamaron una mano en el área que el árbitro pasó por alto, pero a continuación la contienda recuperó la emoción a falta de un cuarto de hora cuando Borja Iglesias acortó distancias con un balón colocado con la pierna izquierda desde la frontal.
El partido se animó y el Guijuelo comenzó a parar el partido a base de simulaciones pero al filial le quedaba el recurso del balón largo y en una indecisión de los centrales Borja Iglesias empató el partido después de porfiar por el balón. Y aunque el Celta B no renunció al triunfo en los cinco minutos de añadido, las tablas ya no se moverían. El empate debe ser un punto de inflexión para volver al triunfo.