Después de descansar durante el fin de semana, el plantel céltico vuelve esta tarde al trabajo, desde las cinco y a puerta cerrada en A Madroa. En la sesión todavía no estarán ninguno de los internacionales absolutos, que no llegarán a Vigo hasta mitad de semana.
Con la enfermería a punto de vaciarse, el principal foto de atención se centra en Carles Planas, que arrastra desde el 27 de octubre una rotura fibrilar en el bíceps femoral del muslo derecho. El catalán ya hizo carrera en los últimos días y en los próximos días debería comenzar a entrenar con el grupo.
Seis sesiones
Los célticos tendrán seis sesiones, todas ellas en A Madroa, antes de jugar el domingo en Vallecas. Entre el martes y el sábado será a las diez y media de la mañana y solo dos, serán en abierto (martes y jueves). En los cuatro restantes Berizzo se encerrará con su plantilla en los intramuros de las instalaciones deportivas.
El equipo viajará a Madrid el sábado después del entrenamiento. La contienda con el Rayo será el domingo a las doce.