Carlos Mouriño paga a Abanca 5,5 millones por sus acciones del Celta

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Mouriño con Juan Carlos Escotet, la referencia de Abanca, en una visita institucional al club.
Mouriño con Juan Carlos Escotet, la referencia de Abanca, en una visita institucional al club.

El presidente, que compró el 24 %, que tenía el banco, controla el 51,2 % del total accionarial

01 nov 2014 . Actualizado a las 16:42 h.

Carlos Mouriño, a través de su empresa Grupo Corporativo Ges SL, ya es el accionista mayoritario del Celta. El presidente se hizo con el 24 % de las acciones de Abanca por un importe de 5,5 millones de euros y pasa a controlar el 51,2 % de los títulos. Con la desaparición de la entidad crediticia del accionariado del club, la empresa de representación de Diego Placente (Play Internacional BV) pasa a ser el segundo accionista con el 8,3 % de los títulos. Desde su llegada al Celta en el año 2006, Mouriño Atanes ha invertido más de 20 millones de euros. De ellos, 8,1 aparecen en el balance como préstamos participativos y deudas subordinadas.

La negociación con la entidad financiera comenzó por el pago de un crédito pendiente de 3.145.000 euros. El club alcanzó un acuerdo con los nuevos dueños de la que fuera caja gallega para pagar un millón en efectivo, otros 300.000 en cuotas mensuales de 50.000 durante seis meses y el resto 2,8 en publicidad, de hecho el equipo luce publicidad del banco en la parte trasera de sus pantalones y en los chandals.

Pero a cambio de este acuerdo Abanca quería desprenderse de su 24 % de acciones en el Celta. La entonces Caixanova se hizo con semejante paquete en el 2009 al convertir 5,5 millones de un crédito ordinario del proceso concursal en acciones del conjunto vigués. En concreto, 91.666 títulos al precio de 60 euros la acción.

Y al mismo precio ha comprado Mouriño los mismos títulos después de recoger el guante del grupo bancario. Este punto resultó clave en la negociación, ya que Abanca quería recuperar la totalidad del dinero pese a que con posterioridad de la conversión de deuda en acciones por parte del Caixanova se produjo una reducción de capital depreciándose de los títulos de 60 a 10 euros, el precio que tiene cada acción en la actualidad.

Aunque suya fue la última decisión, Mouriño pudo optar por una segunda vía si quería hacerse con el control absoluto del club. El presidente ha dejado a préstamo al club una cantidad de 8,1 millones de euros cuyo pago se ha pospuesto de un modo continuado a lo largo de los años. Con ese dinero, le hubiese bastado ir a una ampliación de capital y convertir la deuda en acciones para hacerse con la totalidad de la entidad.

Porque desde el 2006, cuando le compró el paquete mayoritario de acciones del Celta a Horacio Gómez, Carlos Mouriño se ha gastado en el club más de 20 millones de euros. Oficialmente la venta se produjo por cuatro millones de euros y a esa cantidad le hay que añadir los 2,8 de los créditos participativos convertidos en acciones en el proceso concursal (2,2 a nombre de Moutanes SL y 584.929 nominales de Carlos Mouriño), los 8,1 millones que aparecen como deudas subordinadas -dinero que adelantó para atender pagos urgentes- en el balance (en dos epígrafes de 3,4 y 4,6) y ahora los 5,5 que le acaba de abonar al banco heredero de la caja del sur.

El reparto accionarial

Con el último movimiento, Mouriño pasa a controlar el 51,2 % de las 377.021 acciones de un capital social cifrado en estos momentos en 3,7 millones de euros. Le sigue con el 8,3 % Play Internacional BV, la empresa de representación del exfutbolista Diego Placente. La familia Barros y Equipo Celeste son los siguientes en el ránking como punta de lanza de un reguero de accionistas anónimos que en su día participaron en la conversión del club en SAD.