Un triunfo de expediente

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Morell | EFE

El Celta se sobrepone al agotamiento y a las rotaciones y saca los tres puntos

27 sep 2014 . Actualizado a las 20:32 h.

No fue el día más brillante del Celta, sin embargo, sí el más efectivo. A la sexta llegó la tercera victoria y el primer partido en el que los Eduardo Berizzo no encajaron gol. Ante el Elche, un rival incómodo, los vigueses tuvieron que lidiar con el agotamiento, con la lesión de Augusto y con un equipo renovado. De la batalla salieron victoriosos. Ahora les esperan ocho días para recuperar las heridas y la magia.

El once

Cambian los nombres

En la sexta jornada llegaron las rotaciones. Berizzo se sacó de la manga un once con hasta cinco caras nuevas respecto al derbi, y en el que las grandes novedades eran las titularidades de Charles, Augusto y Sergi Gómez, además de la vuelta de Jonny y el Tucu Hernández. El cambio de nombres, sin embargo, no estuvo acompañado de un giro en el dibujo. Sergi Gómez se transmutó por obra y gracia de Berizzo en lateral derecho, dejando a Augusto y a Hernández como acompañantes de Radoja en la medular. La pronta lesión del internacional argentino hizo que Krohn-Dehli recuperase su sitio en el equipo. Un Krohn-Dehli de cuya mano se vivieron los mejores minutos del Celta y que dio una asistencia en la que demostró su calidad.

La frescura

La semana pasa factura

El tercer partido en seis días pasó factura a un Celta al que la falta de frescura de unos, y la carencia de minutos de otros, acabaron por jugarle una mala pasada. En la primera mitad sacó a relucir un fútbol plano, sin verticalidad ni profundidad, carente de la efervescencia habitual y que por momentos no encontraba ni la posición ni a su centro del campo. El cansancio del equipo impidió que los célticos expusiesen el fútbol de presión que tan buenos réditos les ha dado en este inicio de Liga, y ese juego intenso solo saltó a la palestra en el tramo final del choque.

Planteamiento

Arreón final

Hasta el momento, el Celta de Berizzo había acostumbrado a sus seguidores a un fútbol muy intenso en el arranque y que iba apagándose con el paso de los minutos. Ayer, sin embargo, se vio el efecto contrario. El equipo fue de menos a más, y la inexistente presión inicial se compensó en el tramo final, cuando apretaron al Elche, forzaron pérdidas de balones, robaron y favorecieron contragolpes.

La defensa

Al fin sin goles en contra

El Celta dejó al fin su portería a cero. El trabajo de Radoja en la medular, la solvencia de los zagueros, sumada a las buenas intervenciones de Sergio y a un Elche inocente en los metros finales hicieron que en la sexta jornada los de Berizzo no encajasen.

El centro del campo

El Tucu, en adaptación

Pablo Hernández sigue con su proceso de adaptación al Celta y al fútbol europeo. El chileno sigue dejando destellos de calidad, pero le cuesta resolver al ritmo que impone la Liga, además de retroceder metros para defender. Tiene trabajo por delante.

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