El centrocampista argentino del Celta tiene confianza en poder firmar un buen campeonato de Liga. Asegura que «tienen buen material», en referencia al nivel de la plantilla.
-¿Qué objetivos se debe marcar el equipo para la Liga?
-Los objetivos siempre tienen que estar claros. Para ir siempre para adelante, hay que ser sinceros y saber que tenemos buen material, buen equipo. Debemos conseguir lo antes posible la permanencia, y a partir de ahí mirar para arriba. Este equipo tiene ilusión y hambre, pero no se puede quedar solo en palabras, sino demostrarlo en cada partido. Tengo mucha fe en que vamos a hacer las cosas bien y que el equipo va a dar un buen salto este año.
-¿Qué competición se espera?
-Me espero una Liga igualada con tres equipos arriba que son inamovibles y después el resto yo creo que estamos muy parejos y los partidos se van a decidir en detalles.
-¿Qué impresión tiene de Berizzo como entrenador?
-Llegué hace poco, tenía referencia de otros compañeros de él y del cuerpo técnico y eran buenas y ahora estoy comprobando que, al margen de lo que saben de fútbol y de trabajar como lo hacen, son buenas personas.
-¿Qué tal la experiencia mundialista con Argentina?
-Una experiencia que con el paso del tiempo y de los años le vas a dar más valor. Con la vorágine que se vive todo hoy en día cuesta valorar lo importante que es esa situación, pero al margen de todo eso he intentado quitarle el jugo, disfrutar cada día, para mí ha sido muy importante por cómo se dio todo, por la lesión en la rodilla y por cómo llegué, que no sé ni cómo lo hice. Estuve en esa lista, y con molestias y todo, siempre he intentado sumar y tirar para adelante en Brasil.
-¿Le quedó la espinita de jugar al menos un rato?
-Sí, pero sé cómo se dio todo. Tenía 50 días para volver a jugar y a los 17 días ya tuve que jugar para ganarme la citación. Cuando llegué a Brasil me costaba entrenar porque sentía molestias, me pinchaba la rodilla, no tenía fuerzas y se me iba, y entonces tampoco le podía sentir al 100 % entrenando y eso me daba cierta impotencia por no poder mostrarle todo al entrenador.