Recordando una vida de celeste

Kiko Vázquez DESDE LA GRADA

CDLUGO

31 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El de hoy es un día con un sabor muy agridulce para todos. Es cierto que se abre una nueva etapa en tu vida, que cruzas la península para unirte a un club histórico como el Valencia, pero también es el día en la que te despides de la que ha sido, es y será por siempre tu casa.

Recordamos el primer día en que llegaste A Madroa. Parece que fue ayer cuando te enfundaste por primera vez los guantes en el equipo de tu vida, en el que siempre soñaste jugar y al que siempre anhelaste defender. Porque tú, al igual que nosotros, no entiendes el fútbol sin el Celta.

También nos viene a la cabeza todos tus partidos en las categorías inferiores, siempre con un sueño, llegar lo más arriba posible en el club. Recordar el día que subiste al filial por primera vez es algo emocionante, como lo es todavía más el 1 de septiembre de 2009 en Balaídos, fecha de tu primer compromiso oficial con el primer equipo, fecha en la que cumpliste un sueño, y nosotros lo cumplimos contigo.

No todos han sido momentos de alegría pese a que estabas en el sitio que habías querido estar. Nos vienen a la mente los momentos duros, en los que el equipo lo pasó mal, en los que no sabías si tu futuro sería junto al Celta.

Nos viene a la mente cuando, tras el ansiado ascenso, uno de los momentos que guardaremos para siempre, tuviste que salir cedido al Lugo. Lloraste porque sentías que dejabas parte de ti en Vigo. Pero nosotros sabíamos que volverías a tu casa, a tu hogar, que entrarías por la puerta por la que nunca debiste salir de la mejor forma. Y así fue.

Con más ganas que nunca

Tras ese año, volviste con más ganas que nunca, y pudiste disfrutar, como era ti sueño, nuestro sueño, de jugar con el equipo de nuestra alma en Primera. Ver a cada celtista que acudía a Balaídos sonreír, disfrutar y alegrarse con cada triunfo de nuestro equipo, con cada parada, cada despeje, cada intervención que hacías es algo que guardaremos siempre. Porque te lo mereces, te mereces ese cariño que por siempre recibirás del celtismo.

Ahora te toca una nueva aventura, pero desde la lejanía, siempre habrá un celtista apoyándote, animándote sin fin, porque los colores azul y blanco siempre te seguirán allá por donde vayas.

Kiko Vázquez es miembro de la Peña Celtista Yoel