Luis Enrique: «He cumplido para lo que vine a Vigo»

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Luis Enrique anuncia su marcha del Celta esgrimiendo que ha consumado su contrato y el objetivo de superar una etapa de transición y crecimiento del equipo en Primera, pero no desvela su futuro

17 may 2014 . Actualizado a las 20:02 h.

Luis Enrique será historia para el Celta esta medianoche, cuando acabe el partido de Valencia, pero el todavía técnico vigués ya se despidió en la jornada de ayer. Oficializó el secreto a voces al lado de Carlos Mouriño, quien admitió que el entrenador había firmado por una temporada con otra opcional, no por dos como anunció el Celta el pasado 8 de junio.

Por eso Lucho no faltó a su palabra. «He cumplido mi contrato, y he intentado con mi staff representar al club de la mejor manera y ser lo más profesional posible». Tampoco al cometido para el que fue elegido, según su argumentación: «He cumplido para lo que vine a Vigo. Entiendo que el club ha pasado una temporada de transición y crecimiento en Primera de una manera holgada». Dando a entender que su ciclo, efímero, había terminado.

A modo de balance apuntó que pese a la traca final «ha sido un año difícil», en el que se encontró el respaldo del club en los peores momentos: «Recuerdo las palabras de apoyo en momentos delicados, en octubre, noviembre y diciembre, que fueron bastante complejos. En esos momentos noté confianza ciega en lo que hacíamos». Destacó también que en el Celta se había encontrado «con el mejor grupo humano que he tenido en mi corta carrera como entrenador».

Igual que a lo largo de toda la temporada, Luis Enrique apenas dio detalles de cómo se fraguó su salida. Se limitó a indicar que «una vez que logramos el objetivo de mantener la categoría, me vi en el deber de comunicarle mi decisión al club para que tuviera el tiempo necesario para preparar la siguiente temporada», apuntando que en estos momentos el banquillo del Celta es uno de los más apetecibles para cualquier entrenador.

De su futuro, nada. Hasta el punto que asegurar que no tenía equipo para el próximo curso: «A día de hoy no sé en dónde voy a entrenar el año que viene, no tengo ningún acuerdo con nadie». Al ser preguntado directamente por el Barcelona, tiró de manual: «No puedo confirmar ni desmentir nada, vivo el presente y ya veremos en el futuro si hay algo que anunciar, si es que lo hay». Hasta se atrevió a hacer una broma al ser requerido por si se llevaría algún jugador con él: «Si me voy a Rapid (como el de Viena) de Bouzas igual no quieren venir».

El andamio

El famoso andamio de A Madroa tampoco podía faltar en la despedida. «Lo voy a poner de moda», comentó antes de dar una explicación a cerca de su kit de trabajo habitual: «Las cosas que nosotros hacemos no son caprichos de un chiflado, sino que el grupo de trabajo entiende que se ve mucho mejor todo lo que queremos controlar. A nosotros nos gusta ayudar a los jugadores dentro del campo y para hacerlo tengo que tener una perspectiva desde la altura». Pronostica que su sucesor se lo quedará si lo prueba: «No sé si al que venga le gustará o no, pero si sube seguro que se queda, lo garantizo».

La rentabilidad según Mouriño

Carlos Mouriño, el presidente de la entidad ejerció de jefe de ceremonias en un acto que contó con toda la cúpula del club y con todo el staff técnico de Luis Enrique, que confirmó que irán de su mano al próximo destino. Mouriño recordó que «vino voluntariamente al Celta y lo hizo en unas condiciones que era imposible tener mejor entrenador a menor costo».

El presidente, que le calificó de líder «de una temporada maravillosa», quiso abrirle las puertas para el futuro: «Aquí está tu equipo por si un día quieres regresar con nosotros. Las puertas las tienes completamente abiertas». Lucho le recogió el guante «porque en esto del fútbol nunca se sabe». Aunque por el momento sus vidas comenzarán separarse en la mañana del domingo. Quizás el lunes ya sea el entrenador del Barça y quien sabe si ese mismo día Eduardo Berizzo le releva al frente del Celta.