El de Cangas había estado hasta ahora al frente de la metodología del Celta
04 jul 2013 . Actualizado a las 11:41 h.El hasta ahora responsable de la metodología de cantera del Celta, Manu Sotelo, cambia de aires por sorpresa: deja Vigo con destino A Coruña. Poco más de 24 horas después de que se conociesen las primeras modificaciones en la estructura de la entidad, con el nombramiento de David de Dios como técnico del filial y la ampliación de funciones de Toni Otero, trascendía la marcha de otra de las piezas clave en la cantera céltica.
Fuentes próximas al profesional confirmaban ayer su incorporación al Deportivo de La Coruña, que, previsiblemente, se hará oficial de forma inminente. Allí desempeñará una responsabilidad diferente a la que recaía sobre él en Vigo: será preparador de porteros.
Fin de una etapa «muy positiva»
El técnico, que no confirmó su llegada al Deportivo, sí reconoció que su etapa en el Celta había tocado a su fin. Una etapa de la que aseguró sentirse orgulloso por el trabajo realizado durante el último lustro, y cuyo balance considera muy positivo. «Solo puedo decir que el proyecto no queda para nada descabezado. Que no hay nadie imprescindible y que, si lo hay en este caso, no es otro que Toni Otero, que está desarrollando una labor impresionante», subrayó respecto a su marcha del Celta.
El cambio de aires de Manu Sotelo llega después de que en días pasados el club diese por hecha, aunque de forma implícita, su continuidad en la labor con la cantera, aunque al margen del primer equipo, en el que la temporada pasada desempeñó el cargo de técnico adjunto. El interés por estar a pie de campo podría ser la clave de su marcha, aunque el Celta se limitaba ayer a señalar que había finalizado contrato el 30 de junio, como otros trabajadores de la entidad, y ni tan siquiera cerraba las puertas a la posibilidad de que continuase.
En ese sentido, sorprende la no renovación del responsable de la metodología que tan buenos resultados está aportando a la cantera celeste. El papel de Sotelo consistía en aplicar en las categorías inferiores los mismos sistemas de trabajo que se manejan en el primer equipo, supervisando la evolución de los jugadores y buscando fórmulas para incrementar su rendimiento. Una labor que se desempeñaba de la mano de cada uno de los técnicos. Además, la utilización de un programa diseñado por el propio Sotelo formaba parte de la metodología céltica, que se queda ahora coja en uno de sus puestos clave.
Sotelo regresa así a una ciudad que ya conoce bien -cursó allí estudios de INEF- y de la mano de una entidad, el Deportivo, a la que ya estuvo vinculado, asimismo, en el pasado. Fue en el año 2004, cuando acutó, de forma extraoficial, como como auxiliar de José Sambade, al que ahora sustituye después de que este se despidiese de la entidad herculina hace una semana para incoporarse al Besiktas.
Coartífice de grandes éxitos
La cantera del Celta, con la que Sotelo ha trabajado activamente, ha recibido numerosos elogios en los últimos años por un gran rendimiento que se ha visto reflejado también en los resultados de sus conjuntos en las categorías inferiores.
El ejemplo más paradigmático es el del Celta de División de Honor, que se proclamó campeón de la pasada Liga convirtiéndose así, además, en el mejor equipo de esta categoría en la historia de la entidad viguesa. Fueron, también, finalistas de la Copa de Campeones, donde solo el Sevilla logró arrebatar el título a los vigueses.
Cabe destacar que el lateral Jonny, que además es internacional sub-20 (disputa estos días el Mundial con el combinado que dirige Julen Lopetegui), debutó en Primera solo un año después de formar parte del equipo juvenil. Lo hizo en sustitución de otro canterano, Hugo Mallo, cuya lesión le dio la oportunidad de ganarse la titulatidad en el equipo. Ese conjunto, el de la vuelta a Primera, ha estado ampliamente nutrido, además, de canteranos, con hasta siete y ocho futbolistas formados en A Madroa en los onces iniciales de algunos choques. Debutaron en Primera, asimismo, los también internacionales Santi Mina, Madinda y Rubén, que maravilló en los decisivos dos últimos partidos del campaoneto que permitireron al Celta mantener la categoría.
La vieja aspiración de un once formado íntegramente de canteranos sigue siendo un reto factible.