El moañés sufre una contractura cervical y es duda para recibir a la Real en un duelo crucial
26 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La contractura cervical de Iago Aspas marca el preámbulo de la visita de la Real Sociedad. El delantero moañés apenas pudo entrenar cinco minutos en la última sesión de la semana y se erige en la gran incógnita para un partido en donde el Celta necesita hacer bueno el punto de Málaga para confirmar su línea ascendente y sobre todo, para seguir fuera de la zona de descenso.
Aspas es foco de atención permanente en el Celta. El día después de confirmar que no se mueve hasta el 30 de junio aparece con una contractura y podría perderse el primer partido de la temporada. Hasta el momento el Celta desconoce la sensación de jugar sin Iago. El goleador ha sido titular en los 20 partidos de Liga disputados y en todos ellos ha sido un jugador fundamental. La referencia absoluta en el ataque. Su hipotética, y parece que improbable ausencia, obligaría a Herrera a buscar una pareja inédita.
Sobre la participación del moañés pivotará buena parte del once que los célticos pongan en escena, elección para la cual también tiene bastante que decir el pesado césped de Balaídos. Se avecina un partido para gladiadores y en él no puede faltar Bermejo, que pudiera ser la gran novedad en el once con respecto a Málaga.
Natxo Insa sería el sacrificado, lo que llevaría implícito también un cambio táctico. El 1-4-4-2 en rombo parece el dibujo elegido para Balaídos. En la última época ha sido el más efectivo.
La gran incógnita radica en saber si resultará el mejor antídoto para una Real Sociedad que llega embalada. Solo ha perdido uno de los últimos nueve partidos y para eso en el Bernabéu por 4-3. Los donostiarras ya no hacen ascos a la posibilidad de hacerse con el billete para la competición europea y Vigo se presenta como la gran reválida tras ganar al Barcelona. Cuentan con las bajas Mikel, Ansotegi y Zurutuza.
Su despegue tiene argumentos sólidos: Expeditivos atrás y con un ataque letal. Por eso el Celta necesita concentración, no perder en ningún momento la colocación defensiva y ser fiable en el ataque. Su velocidad y sus centros laterales pusieron locos a los vigueses en la primera vuelta. Un aviso.