Tacto nórdico para la zaga

L. G. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

03 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El norte de Europa se ha convertido en territorio conocido para el Celta. Primero el danés Krohn-Dehli, y ahora Demidov. El nuevo futbolista celeste nació en Letonia hace 26 años, pero se crió en Noruega, a donde emigraron sus padres. Creció rodeado de deporte, pero en vez de seguir los pasos de su padre, internacional de balonmano con la selección soviética, optó por el fútbol. Sandefjord, Manglerud Star, Honefoss y Rosenborg, este ya en la Primera división noruega, vieron crecer al futbolista hasta que en 2011 aterrizó en San Sebastián. Allí el central hizo gala de agudeza en el juego aéreo, algo para lo que le capacita su 1,85 metros de estatura, y sobre todo de mimo a la hora de tratar el balón. No le molesta el esférico en los pies y es un central limpio que puede desarrollar labores de contención en el pivote. En la Real Sociedad consiguió triunfar en su primera temporada, aunque en la segunda su fútbol se fue apagando poco a poco hasta convertirse en un futbolista prescindible. Optó entonces por cambiar a Frankfurt, donde no ha conseguido encajar. El fútbol eminentemente físico de la Bundesliga no encajó ni con su perfil ni con sus gustos. Ahora regresa a España con la idea de triunfar en el Celta. No será el primer noruego en intentarlo, puesto que en 1997 su compatriota Dan Eggen, también central, fichó por el club vigués.