El Celta es superior pero cae en Granada tras un mal inicio

GRADA DE RÍO

Dos goles en el primer cuarto de hora lastran a los vigueses, que tuvieron muchas ocasiones para remontar

30 sep 2012 . Actualizado a las 15:55 h.

No se puede vivir de justicias. El Celta de Vigo volvió a ser superior a su rival y desplegó un buen juego ofensivo. Tiró a puerta el triple de veces que su rival, un Granada que acabó acogotado en su campo y con Toño, su portero, como héroe. Pero no bastó para empatar después de encajar dos goles en el primer cuarto de hora que se hicieron demasiada losa. El Celta tuvo ocasiones para remontar el 2-0 que crearon Torje y Siqueira y la fragilidad defensiva del equipo de Herrera, que luego se subió a la omnipresencia de Aspas para liderar la carga. Pero se quedó a un paso del punto que, por lo menos, aliviase un resultado lejos de lo mostrado por el conjunto de Herrera.

El Granada explotó de inicio la lucha interna del Celta entre su naturaleza y la necesidad de corregir ciertas tendencias. Torje y Siqueira aprovecharon el tiempo de ajuste que los de Herrera precisaron tras los cambios en el once, con los que el técnico celeste quiso dar más empaque al Celta. No funcionó porque desconectó a sus delanteros y no solventó la fragilidad defensiva de su esquema. Con un 4-42- más académico que funcional, ni Augusto ni Krohn Dehli encontraron pulso ni para atacar ni auxiliar a los laterales, y sin Álex López no hubo enganche. De Park apenas hubo noticias en el primer tiempo. Así que todo volvió a quedar a expensas del tremendo momento de forma de un Iago Aspas que es espíritu y fútbol en este Celta.

Aspas, que había generado la primera ocasión del partido en jugada individual, rescató al Celta después de encajar dos goles en 17 minutos. Brahimi confirmó lo que los aficionados del Dépor ya vieron, que es un media punta con posibilidades, y se asoció con Orellana para lanzar las carreras de Torje y de Siqueira, que abusó de Mallo. En una de esas, tras una pérdida clave e Oubiña, Bellvís embistió sin necesidad a Torje y el lateral brasileño marcó el penalti. Poco después, un astuto taconazo de El-Arabi permitió a Siqueira ganar la espalda de Mallo y dar la asistencia a Torje.

En medio del vendaval, sin reacción aparente, un grave error de Borja Gómez le facilitó las cosas a Aspas. En medio de los insultos de la grada, recortó con frialdad en el área y batió a un Toño que pudo hacer más. El gol despertó al Celta, que se lanzó a por el empate consciente de que tampoco la defensa del Granada estaba para muchas fiestas. Se conectó Krohn Dehli, y entre el danés, Aspas y Augusto estuvieron cerca de voltear el marcador antes del descanso. Erró el argentino dos claras ocasiones ante Toño, y el portero sacó un buen disparo de Oubiña con la zurda. Las defensas temblaban en cada acometida y el Celta concedió dos claras posiciones de remate a los centrales andaluces tras una jugada a balón parado. El Celta se llevó otros dos sustos antes del descanso, pero Varas detuvo bien tras un córner y Augusto se libró de una segunda amarilla por poco.

No hubo ida y vuelta en el segundo tiempo porque el Celta se adueñó del partido y convirtió a Toño en protagonista. Cn sus cuatro delanteros tremendamente agresivos en la presión, el equipo vigués ahogó al Granada, que empequeñeció. Desaparecieron sus peloteros Brahimi y Orellana (reemplazado por Brayan Angulo, todo un síntoma), y Siqueira no percutió más. Augusto, protagonista de los mejores minutos del Celta, asistió con el exterior al cabezazo de Aspas, y Toño evitó un mano a mano del canterano tras pase de Toni. Optó Herrera por el coruñés y Álex López como primeros relevos, y el Celta tuvo posesión pero no fue tan profundo.

Parecía coger aire tras un inicio con el acelerador pisado a fondo. El Granada apenas tuvo una contra de El-Arabi en solitario, que estrelló su disparo en Varas. Sorprendió Herrera con el último cambio de Lago por Bellvís, dejando a Bermejo en el banco para el último cuarto de hora. El Celta buscó hasta el final aprovechando gruesos errores de la defensa rival que Park casi aprovecha en dos ocasiones, pero Toño se mantuvo mucho más firme que sus centrales.