Los rojiblancos visitarán el José Zorrilla para «intentar plasmar nuestro juego en Valladolid y a hacerles daño»
25 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Luis César Sampedro analiza al próximo rival del Lugo, el Valladolid. Un equipo cargado de individualidades con gol como Juan Villar, Raúl de Tomás o José Arnáiz, «un ramillete de buenos futbolistas, es un equipo diseñado para el ascenso». Los rojiblancos visitarán el José Zorrilla para «intentar plasmar nuestro juego en Valladolid y a hacerles daño».
Los de Paco Herrera han levantado un fortín en su campo y no pierden como locales desde septiembre, «un dato que indica que es un equipo fuerte en su casa, pero intentaremos que eso se rompa, nada perdura para siempre y esperemos ser nosotros los que trunquen esa racha», dice Luis César.
No le preocupa la pasada derrota contra el Elche ni cree que eso pueda afectar al ánimo del vestuario. «Me preocupa lo que expresamos en el campo y eso es lo que evalúo. Hicimos 25 minutos malos como el día del Numancia que ganamos o como el de Huesca que empatamos. Lo que pasa es que nos condenó», lamenta. Achaca al gran rendimiento de Juan Carlos, el guardameta de los ilicitanos, que su equipo no fuera capaz de remontar. «El portero rival fue el mejor del partido y si eso es así es porque nosotros hicimos cosas. No contábamos perder, nunca contamos con eso, el otro día era importante ganar y vamos a entrar en la fase importante de la liga», cree además que el Elche se llevó «demasiado premio» del Ángel Carro.
Valora que la semana de la marcha de Emilio de Dios de la dirección deportiva del Lugo fue «distinta», pero que no llega a afectarles en el trabajo de campo. «Hay cosas inesperadas, pero nuestro trabajo es a ras de hierba y eso es una decisión de club, de altas esferas».
«La maleta en la puerta»
Admite que algo siempre trasciende, aunque «el mundo del fútbol está lleno de momentos agradables y desagradables y eso tenemos que vivirlo». Comentaba que él «como entrenador profesional tengo que vivir con la maleta en la puerta, porque esto es fútbol profesional. Es desagradable, pero no puede servir para justificarnos».
Tampoco le preocupa que le cesen como entrenador del Lugo antes de que acabe el curso porque «a mí ya me echaron muchas veces. Para el entrenador hay dos caminos, o te vas o te echan, no eres como un fijo de empresa y no vas a estar 10 años o 20 en un club. No somos funcionarios que se tiran 15 o 20 años en un mismo sitio».
Su relación con el que fuera hasta ahora director deportivo del Lugo la describe como «muy buena». «Con Emilio de Dios he trabajado a gusto y bien», se limita a decir. «Nunca tuve ningún problema con Emilio, fue un compañero de viaje y no tengo ninguna queja, espero que le vaya bien y que me vaya bien a mí. La empresa para la que trabajo decide prescindir de un compañero y yo no tengo nada más que decir» porque, añade, «hay cosas que se me escapan».