El Club Deportivo Lugo ganó un punto y perdió dos. Los lucenses, sin manejar la pelota con claridad, fueron más verticales, más peligrosos y más ofensivos que su rival, un Real Valladolid con bajo nivel de confianza y que lucha ya por la permanencia. Los rojiblancos buscaron balones a la espalda de la adelantada defensa vallisoletana, que además tuvo graves problemas en la salida de balón. Los gallegos leyeron y explotaron esas coyunturas. Álvaro Lemos y Pau Cendrós asistieron notablemente hacia el permanentemente móvil Joselu, inquieto y un peligro continuo siempre desmarcándose. Pau Cendrós es todo energía e intensidad. Convence como central. Con Luis Milla, cumplió perfectamente ante la S.D. Ponferradina en casa y el Bilbao Athletic en San Mamés, pero sufrió por alto en la siguiente jornada en Lugo ante el Club Deportivo Numancia. Anteayer, desbarató con velocidad la principal ocasión local: una llegada de Enzo Rennella, más participativo que sus compañeros, instantes antes del descanso. Cendrós cometió excesivas faltas, pero sabe cuándo debe realizarlas. En el perfil izquierdo como central, Carlos Hernández, que ocupa ese flanco desde la vigésimo novena jornada en Córdoba, en contraposición a su anterior ubicación en la derecha. El jienenses volvió a cumplir.
El Lugo buscó manejar la pelota con velocidad, aunque esa voluntad de ser verticales provoca imprecisiones. No obstante, el equipo goza de una enorme verticalidad. Bien sea acrecentando el ritmo en una posesión o tras recuperación. Con el foco siempre de la portería contraria en la brújula grupal. Los vallisoletanos apenas inquietaron. Ni siquiera el potentísimo Johan Mojica, con centros incoherentes e inferiores a su compañero en banda, el lateral izquierdo Mario Hermoso, cedido por el Real Madrid.
En la segunda mitad, José Antonio Durán acertó en la lectura. Introdujo a Sergio Marcos y ganó profundidad por dentro. Varios pases de lujo. Uno prodigioso liberando a Jonathan Pereira. El gol llegó tras una asociación académica por velocidad y precisión. La entrada de un sobrexcitado Juan Villar mejoró levemente al Valladolid. Alberto López introdujo al canterano Anuar Mohamed para equilibrar su mediocampo tras la coherente decisión de Durán. En el penalti, el rechazo lo ganan los locales. Solo Carlos Hernández estuvo cerca de despejar mientras el otro flanco del área estaba libre para los pucelanos.
Agrupación Deportiva Alcorcón, rival directo. Viene de encadenar trece partidos consecutivos sin perder en casa hasta la reciente derrota. Baja enteros fuera. Cuenta con un delantero fantástico, David Rodríguez. Velocísimo con espacios y en balones divididos. Los madrileños tienen números impropios de competidor por la promoción durante la segunda vuelta. Los lucenses jugarán el sábado. Una victoria volvería a acercarnos al sueño. Además, el equipo jugará un día antes que otros competidores como el Real Zaragoza, el Girona F.C., el Córdoba C.F., el C.D. Numancia o el C.D. Mirandés. Tres puntos y exigencia para los dominicales.