El portero chantadino sufre mononucleosis, pero evoluciona favorablemente
26 ago 2015 . Actualizado a las 17:55 h.La ausencia de Roberto Fernández en la convocatoria del pasado domingo hizo saltar todas las alarmas. Una baja de última hora que, tal y como comunicaban en ese momento desde el club rojiblanco, se debía a una gripe. Su plaza en el Tartiere la cubriría Javier Pita, portero del Polvorín, y José Juan saltaba al terreno de juego como meta titular. Aquejado por unas fiebres altas que duraron varios días, el chantadino acudió al hospital Polusa, donde le diagnosticaron mononucleosis. Recibió el alta ayer y, según informan desde el club: «Evoluciona favorablemente».
La enfermedad, de tipo infeccioso, se manifiesta con síntomas parecidos a los del proceso gripal: calentura, dolor de garganta y fatiga. Tiene un tiempo medio de curación de entre dos y cuatro semanas, aunque desde el club rojiblanco son cautos al respecto y no quieren aventurar un tiempo estimado de baja.
Una ausencia prolongada de Roberto dejaría a Luis Milla sin opciones bajo los palos. José Juan pasaría a ocupar la titularidad y el técnico tendría que tirar de Javier Pita en caso de que el cancerbero vigués fallase también por lesión, baja o sanción. Una responsabilidad grande para el portero lucense, teniendo en cuenta además los desajustes defensivos que tiene todavía el Lugo y que exigen una labor afinada en la portería.
El portero chantadino fue uno de los fichajes más esperados de esta temporada por los aficionados del Lugo. Roberto llegó al club de las murallas en la recta final de su carrera profesional y recién aterrizado de la élite del fútbol nacional tras su paso por el Granada.