Milla, «satisfecho» con un Lugo que se adelantó dos veces

Marta de Dios Crespo
Marta de dios LUGO / LA VOZ

CDLUGO

CARLOS CASTRO

El técnico señaló que «tenemos que ser más prácticos cuando tenemos ventaja»

23 ago 2015 . Actualizado a las 23:45 h.

El técnico rojiblanco, Luis Milla, señalaba ayer que se quedó «satisfecho» por el punto conseguido. «Sí parece que perdimos dos en lugar de lograr uno, pero el resultado es justo», subrayaba en rueda de prensa tras el encuentro. «Nos quedamos con el trabajo y la predisposición de los jugadores» apuntó el míster.

Aunque el equipo respondió, Milla señalaba que, entre los errores, «en el tramo final nos hemos echado demasiado atrás». «Se ha visto un buen partido propio del inicio de la temporada, con desajustes. Me quedo con que nos hemos adelantado dos veces», apuntaba. Orgulloso del papel de Pita durante el encuentro, señalaba que notaron la ausencia de Seoane. «Nos da mucho equilibrio», valoraba el turolense. «A pesar de eso, Pita nos da muchas cosas y el gol fue muy bueno», matizaba.

El Lugo se quedó con la amargura de haber desaprovechado el hecho de ponerse hasta dos veces con ventaja sobre los asturianos. El turolense hacía autocrítica sobre este aspecto: «En situaciones concretas tenemos que ser un poco más prácticos si somos capaces de adelantarnos en el marcador».

«Se ha visto un buen partido y hemos dejado una buena imagen» destacaba el entrenador del conjunto lucense, que añadía que «al final lo que buscas es juego de elaboración, evitar situaciones individuales». En ese sentido, Luis Milla apuntaba que el grupo buscó a Caballero entre líneas y que funcionó el cambio de banda con Iriome, «cosas que hemos trabajado».

Del rival, el técnico del Lugo anunciaba que «sabíamos que el Oviedo iba a tener dos inicios muy fuertes» y elogiaba su presión final.

Egea, enfadado

Sergio Egea, por su parte, terminó «enfadado» con el resultado. «El empate no nos gusta y estamos enfadados», decía nada más entrar en la sala de prensa el entrenador del Oviedo. A pesar de esa primera valoración, destacó el «buen papel» del Lugo y se sumó a las declaraciones de Milla, asegurando que en los primeros partidos los desajustes son «normales». También tuvo el argentino referencias a la categoría, «en la Segunda División no se perdona. Es un punto, es un empate, hicimos los cambios para buscar el resultado positivo e hicimos las ocasiones», señaló el técnico azul con un semblante de contrariedad.

A pesar de que los suyos fueron incapaces de imponerse, Egea reconoció que «un punto es un punto» y es importante empezar sumando.

La fiesta de la vuelta a Segunda

Oviedo era ayer una fiesta. Al margen de lo que pudiera suceder en el terreno de juego, miles fueron los carbayones que se acercaron al Carlos Tartiere para celebrar con su equipo la vuelta a la Segunda División. Una hora y media antes del partido, los bares de las inmediaciones ya estaban a rebosar de aficionados pertrechados con la camiseta azul.

El rival a batir, el Lugo. Alrededor de un centenar de aficionados del conjunto rojiblanco hicieron piña para apoyar a su equipo en uno de los laterales del estadio. No faltaron los seguidores del Sporting de Gijón que, agradecidos por la actuación final de los lucenses la temporada pasada (un gol de Caballero frente al Girona les dio el pase a Primera). Asistieron al Tartiere con la camiseta del club de la ciudad de la muralla. «Nos brindaron la oportunidad de estar en Primera y no lo olvidamos», comentaba a las puertas un miembro de la Mareona.

El ambiente entre bandos fue cordial antes del choque, aunque no estuvo exento de los piques naturales en el fútbol. Alguno quiso recordar la última vez que el Lugo y el Oviedo se vieron las caras. Fue en la temporada 2011-2012 y ambos conjuntos militaban entonces en Segunda B. Ganó el Lugo por 1-2.

El despertar de más de una década alejados del fútbol profesional fue ayer suficiente aliciente para acudir al Tartiere, sin importar la amenaza de lluvia.

Sin Roberto en la convocatoria

La gripe hizo que Roberto, el meta chantadino del conjunto rojiblanco, se cayese de la convocatoria en el último momento. No fue mayor problema porque, a pesar de los dos goles en contra, José Juan brilló bajo los palos, salvando a los suyos de las ocasiones del Oviedo, que se multiplicaron de forma alarmante hacia el final del partido. El papel de portero suplente lo tuvo que jugar Pita, guardameta del Polvorín, filial del conjunto lucense. José Juan pudo jugar los 90 minutos y le dejó el listón alto a un Roberto que tendrá que esperar para su debut liguero.