Reflexión

Antón Grande TRIBUNA

CDLUGO

23 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Le llaman al día de hoy jornada de reflexión, política, se sobrentiende, y bueno sería que los políticos con mando en plaza reflexionaran sobre la posibilidad de eliminar en fechas posteriores las papeletas que los partidos tienen a su disposición paralelamente a las que nos encontramos en los lugares de votación. Sería un paso democrático que nadie pudiese tener papelas para mangonear en los días anteriores, para evitar el carreteo de votos o para las últimas incursiones, vamos a llamarlas así, que algunos hacen en este día de ocio politiquero. O sea, que la gente que va a votar, lo haga directamente en los colegios electorales, cogiendo sus papeletas por la opción elegida, sin coacciones, amenazas, si las hay, y otras zarandajas. Pero no, seguimos en lo mismo y así nos va.

Como hoy es día de reflexión, vamos a reflexionar sobre lo que realmente nos interesa que es el buche, la gastronomía, la papatoria que aquí sí que parece haber cuorum, al menos en Lugo. Esta semana que finaliza se nos anunciaba un concurso de tapas romanas para el 7 de junio, con el fin de calentar el próximo Arde Lucus. Como siempre, el centro urbano será el beneficiario. Pues bueno, pero quizás sería más interesante que esta previa de gastronomía romana se desplazase también a otros barrios de la ciudad.

No hay duda de que el Arde Lucus es una fiesta centrada en el casco viejo de Lugo pero no hay que olvidar que otros barrios como Acea de Olga, A Milagrosa o la zona de Montero Ríos tienen sus asociaciones de hosteleros incluidas dentro de la Asociación de Hostelería que Cheché Real intenta potenciar cada día. Entonces, ¿por qué no llevar esta actividad a estos barrios del Lugo romano? Sería una forma más de descentralizar este aperitivo de la fiesta que se avecina.

Incluso habría otra propuesta, en llegando el Lucus Augusti, cuál sería la de ofrecer un menú romano unitario en todos los establecimientos de la capital que quisieran apuntarse. Y por qué no, recuperar el «Comilonum» alrededor de la muralla. Es, como digo, una reflexión en este día de movimientos caciquiles. Eso, si, sin que falten las tradicionales tapas durante los festejos y que se ofrecen a los lucenses diariamente. No conviene despreciar a los forasteros. Ni a los lugueses.