El técnico lucense se mostró muy escéptico con la situación de incertidumbre que rodea al club
24 abr 2015 . Actualizado a las 18:20 h.Quique Setién, entrenador del Lugo, ha asegurado este viernes que la situación en la que está el club gallego, cuyo Consejo de Administración cambiará el 11 de mayo tras la adjudicación de las acciones de la Diputación Provincial y el Ayuntamiento lucense al empresario Tino Saqués, «no invita a trabajar con mucha ilusión».
«La situación que existe en el club ahora mismo no invita a trabajar con excesiva confianza ni con mucha ilusión. Tratamos de sobreponernos a esta coyuntura puntual y no es fácil que estas cosas no afecten», comentó en rueda de prensa. «A mí me cuesta mucho venir a trabajar y con la misma ilusión que antes sabiendo que ahora el futuro es incierto y la situación es comprometida. Es una situación anómala y que puede acarrear unas circunstancias especiales, muy dañinas para el club por el momento de la temporada en que nos encontramos», opinó.
Setién, quien semanas atrás anunció que él no iba a continuar en caso de que se produjeran cambios drásticos en la dirección del club, indico que si este «quiere seguir funcionando hay que tomar decisiones importantísimas ya» y advirtió de que «esto le puede dañar muchísimo de cara al futuro».
«Parece que la situación va adelante en el sentido que no nos gusta a los que estamos aquí y de alguna manera te sientes mal, dañado y afectado», reiteró. «Es una pena que esto se pierda, que se pierda cómo va. Luego, igual resulta que va mejor, pero poner esto en riesgo funcionando como funciona me parece de un atrevimiento por parte de quien tiene que controlar todo esto, me parece lamentable», valoró.
Además, puso el ejemplo del Racing de Santander, un caso que conoce en profundidad, y afirmó cuando «el daño está hecho todo el mundo se esconde, los que tienen responsabilidades acaban desapareciendo y la justicia tarda en poner a cada uno en su lugar».
«Yo no digo que vaya a pasar aquí, pero cuando algo funciona como ha funcionado este club es incomprensible, no entra en la cabeza de nadie, que se quiera cambiar. Y no estoy presuponiendo nada, estoy diciendo nada más que en esto es complicadísimo hacer las cosas medianamente bien, que hay un riesgo de error permanente en las decisiones», sostuvo.
«Cuando consigues algo que funciona, que va bien, que es respetado por todos, que sabes la dimensión de este club hace diez años y la que tiene ahora, y que ves que ahora hay interés cuando antes no lo había, es extrañísimo. Y el colmo del colmo es la capacidad que tienen muchas veces nuestros dirigentes para vivir de espaldas al sentir general», declaró.
También se refirió el técnico a la propuesta que han hecho la asociación de exjugadores del Racing de Santander para reconducir la situación del club y su apoyo a la ampliación de capital. «En Santander, el Racing necesitaba un estímulo, la gente allí en estos últimos años ha visto cómo han descalabrado al club, cómo entraron unos sinvergüenzas a manejarlo, gente que no tenía la más remota idea de cómo funcionaba esto, que ha ido a utilizar el club para sus pretensiones personales y que lo ha dejado en una situación crítica», dijo.
«Esto en la historia del Racing ha sucedido unas cuantas veces, la gente estaba un poco desesperada y por eso muy pocos habían acudido a cubrir la ampliación de capital porque lo primero que piensas es que no sirve para nada. Afortunadamente toda la ciudad y la región ha recibido un estímulo importante», explicó.