Abrazos, pescadillas y noticias de guardar

Carlos Melchor AL OTRO LADO

CDLUGO

13 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Pitido final, se baja el telón sobre el Ángel Carro y Setién se funde en un emotivo abrazo con su segundo, Juan Peón. Un abrazo más largo de lo normal, intenso, lleno de alivio, como el que busca desahogo después de haberlo pasado mal. Un significativo gesto que ponía punto final a una racha no demasiado positiva en las últimas semanas. Porque no habría que calificarlo ni como bache, simplemente un puñado de jornadas en las que no se sumó de tres en tres, con sensaciones no demasiado buenas en cuanto a juego y pérdida de puntos ante equipos que no necesitaron hacer demasiados méritos. Analizando de forma superficial los números de las anteriores campañas en Liga Adelante, un par o tres veces por temporada aparecen estas semanas frías en acumulación de puntos. Porque si algo caracteriza la trayectoria del Lugo es la consistencia; ser fuerte en casa y no caer derrotado fuera con frecuencia hace que el flujo mensual de puntos sea constante, con la tranquilidad clasificatoria que eso supone. Pero cuando el primer axioma falla, la despensa no se llena según lo acostumbrado y llegan las inseguridades, los apagones temporales sobre el campo, los errores infantiles que cuestan puntos o las imprecisiones con el balón que anulan la fluidez ofensiva. El pasado domingo contra el Sabadell, el Lugo iba camino de sumar su tercer punto de los últimos 15 jugados por culpa de quedarse otra vez en el vestuario tras el descanso, como una semana antes en Mallorca. Cinco minutos de asedio de los catalanes en la reanudación, cerrados con un gol de manual de Gato, ante unos jugadores lucenses apáticos y faltos de tensión, repitieron exactamente el mismo guion de siete días antes. Por suerte, los cambios trajeron aire fresco y los tres puntos se quedaron en casa gracias a un gol del efímero y desaparecido David Aganzo. Aunque el nombre propio del encuentro fue el de Julio Camba, central de 18 años que firmó un meritorio debut en la categoría. Saber que se puede confiar en los juveniles que entrenan con el primer equipo es una gran noticia y justifica la apuesta que se está haciendo por intentar reorganizar y profesionalizar al máximo la estructura. Si Seoane hubiese cubierto el puesto vacante de central constituiría un duro golpe difícil de encajar por todos aquellos que se están esforzando día a día en que la cantera dé frutos. Paso adelante valiente de Setién, respaldado con la fantástica prestación de Camba sobre el campo.