Otra Copa pasajera

Murillo EN ROJIBLANCO

CDLUGO

17 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Definitivamente, la Copa le sigue siendo esquiva al Lugo. El equipo rojiblanco padece una fugacidad curiosa en el torneo del K.O. Con su actual formato, además, el sorteo es decisivo para la continuidad. La segunda eliminatoria de los lucenses no pudo serle más desfavorable: el Betis en el Benito Villamarín y a partido único. Setién eligió a los imprescindibles no habituales, con Pavón como único superviviente en el cuarteto defensivo y Dani Mallo cerrando la portería. Seoane volvió a ser el mediocentro de cierre, como pareja de un errático Álvaro Peña, y David López mantuvo su titularidad en la mediapunta, por detrás de Luis Fernández, con Iago y Ferreiro en las bandas. Un equipo competitivo, que tuvo al Betis contra las cuerdas en diversas fases del partido, juntando las líneas en defensa, con un 4-5-1 y cerrándole los espacios al equipo de Velázquez. También los béticos tuvieron muchos cambios, pero su 5-3-2 mantuvo arriba a su artillería pesada con Rubén Castro y Molina. Nadie, en suma, despreció la Copa, aunque con clara preponderancia hacia la Liga.

Solo en los penaltis doblegó el Betis al Lugo, prórroga incluida. Antes, en 120 minutos, el cuadro de Setién resistió las embestidas locales, con toda clase de variantes, buscando siempre la superioridad en las bandas el equipo andaluz y lográndolo pocas veces. Obligándole, además, a colgar centros lejanos, con ventaja para los centrales, donde Pavón incurrió en algún error de sus habituales como en un balón al que se le adelantó Molina y salvó a bocajarro Dani Mallo. Jugar con un defensa más el Betis, le proporcionó al Lugo superioridad en el centro del campo y desahogo para la posesión. Velázquez rectificó en el segundo tiempo, visto que los ataques del Lugo eran menos densos de lo esperado. No obstante, el peor pecado de los lucenses radicó en una deficiente salida del balón desde atrás, donde Seoane y Álvaro Peña, sobre todos, se llevaron la palma para proporcionar al ataque bético segundas, terceras y hasta cuartas oportunidades. Frente a este desatino, sumó el Betis el propio en ataques casi nunca finalizados en remates certeros.

El Lugo tuvo en Luis Fernández a su mejor jugador, en una demostración de sacrificio y descomunal despliegue físico admirables. Lástima que no siempre eligiese la mejor opción final, pero aún así desquició a toda la zaga andaluza y fue víctima de un marcaje durísimo al margen del reglamento, que un árbitro permisivo en exceso dejó impune. El propio Luis Fernández fue objeto de un penalti en una de sus entradas en el área, cuando un defensa le pisó un pie y le derribó.

En plena prórroga, Lolo Plá falló solo el gol de la victoria en un cabezazo en plancha a puerta vacía, que se le fue arriba, tras un magnífico centro de Iriome. Kadir nos devolvió el favor por partida doble al límite de la prórroga. Lo peor no es la eliminación, sino cómo pagará el esfuerzo el Lugo con 72 horas para enfrentarse al Alavés mañana, sin tiempo de recuperarse.