El Lugo aspira a colocar en Anduva los cimientos de un gran año

Miguel Álvarez LUGO / LA VOZ

CDLUGO

ALBERTO LÓPEZ

Los rojiblancos empiezan la Liga ante un Mirandés en proceso de construcción

24 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El telón de Segunda División se alza por cuarta vez para el Lugo -tercera consecutiva en el actual periplo-. Los rojiblancos visitan Anduva (19.00 horas), un campo en el que jamás han ganado en competición oficial. Y repiten rival en compromiso liguero. Dos meses más tarde, con unas vacaciones por el medio, se topan con el Mirandés, contra el que clausuraron la anterior temporada en un choque que acabó con los huesos de los burgaleses en el infierno del descenso. Hoy, en juego, tres puntos que sirvan para revalorizar el trabajo realizado en el período estival y que contribuyan a que el sosiego crezca desde los compases iniciales.

El primer compromiso de la temporada se sirve con muchas incógnitas. Todo apunta a que el primer once inicial del Lugo estará plagado de futbolistas que ya militaban en la escuadra rojiblanca la pasada campaña. Sobre todo, del centro del campo hacia atrás. La premisa de los de Setién es mantener la portería a cero y, a partir de esa base, apelar a sus señas de identidad de toque y posesión para desarbolar a un adversario siempre correoso.

Otra de las interrogantes se cierne sobre el Mirandés. Los burgaleses consumaron el descenso en junio en el Ángel Carro. Pero el caso Murcia acabó con el equipo de vuelta a la categoría de plata a mitad del verano. Entonces, los de Carlos Terrazas intensificaron la búsqueda de futbolistas en el mercado para apuntalar la plantilla. Y ese trabajo contrarreloj podría afectar al rendimiento de los de Anduva en el choque inaugural.

En cuanto a las señas de identidad, todo apunta a que los del Ángel Carro intentarán interpretar una partitura idéntica a la de anteriores cursos. Pases cortos y posesión serán los dos caminos hacia el campo de ataque.

Asignaturas pendientes

Eso sí, como en todo primer examen, está por ver si los lucenses han corregido problemas pretéritos. Haciendo memoria, la falta de profundidad fue uno de los lastres de la escuadra rojiblanca la pasada campaña. Ahora, con una vanguardia muy renovada, la aspiración es archivar esa debilidad.

Otro de los talones de Aquiles pasados era el gol. Ahora, habrá que ver cuál será la eficacia de los de Setién de cara a la portería contraria. Luis Fernández se perfila como el delantero titular contra el Mirandés. Y, por detrás de él, posiblemente actuará Jonathan Valle. Muchas de las baterías de artillería del nuevo proyecto rojiblanco parecen estar custodiadas por el cántabro.

Los burgaleses, por su parte, tratarán de crecer desde su habitual espíritu de lucha y fútbol vertical. Han perdido a Pablo Infante, santo y seña las últimas campañas, y han apuntalado la plantilla a velocidad de vértigo. Tal vez por ello, el técnico Carlos Terrazas ha echado la vista atrás y ha reclutado a algunos viejos conocidos como Razak o Aitor, uno de los héroes del ascenso del Lugo.

En el caso de los del Ángel Carro, también se dará un reencuentro. Iriome retorna al que fue su campo la pasada campaña. El futbolista, que se recuperó de una lesión en el hombro durante la pretemporada, será una de las variantes de los rojiblancos para buscar profundidad y darle amplitud al campo.

La visita al Mirandés también podría tener un ligero tufillo a revancha. Los burgaleses certificaron el descenso en junio en el Ángel Carro, cuando cayeron por 1-0 ante la escuadra de Quique Setién. Carlos Pita, probable titular hoy, fue el autor del tanto del triunfo gallego. Pero los focos del choque apuntaron a José Juan. El portero vigués cuajó una excelente actuación para desbaratar todos los acercamientos de los rojillos.