Los movimientos le fueron comunicados a la Fiscalía y a la Policía
25 jun 2014 . Actualizado a las 18:21 h.El Lugo y el Mirandés se enfrentaron en la última jornada de Liga en el Ángel Carro. El empate podría haberle servido a ambos equipos para haber alcanzado la permanencia en Segunda División. Y el número de apuestas realizadas a ese resultado -sobre todo a un posible 0-0- creció hasta hacer sonar las alarmas de los mecanismos que velan por el juego limpio. Así, se activaron los protocolos habituales que se generan en ese tipo de circunstancias. La Fiscalía y la Policía fueron informadas de la situación para analizar el porqué de ese incremento en la cantidad de apuestas a las tablas.
Todo apunta a que el aumento del número de apuestas por un empate en el partido entre el Lugo y el Mirandés fue un movimiento natural de los aficionados. Ambos conjuntos son representantes del fútbol del noroeste y esa proximidad pudo ser tenida en cuenta por los apostadores a la hora de valorar un posible pacto que, a tenor de lo ocurrido, no sucedió.
Finalmente, el Lugo deshizo las posibles suspicacias que se pudiesen haber generado por el incremento de las apuestas. Un gol de Pita en el minuto 71 le dio el triunfo a los rojiblancos. Y, con ello, el Mirandés consumó el descenso a Segunda B.
Vigilancia
La Liga de Fútbol Profesional ha incidido en los últimos tiempos en elevar la vigilancia sobre las corrientes de las apuestas ilegales. Esta medida se enmarca, además, dentro de la colaboración que también llevan a cabo la FIFA y la Interpol para evitar que se produzcan situaciones irregulares. Estas dos instituciones han insistido en potenciar las denuncias sobre las posibles situaciones de amaños de partidos y de intentos de corrupción.
En el caso de España, a finales del año pasado el Consejo Superior de Deportes se unió a la Liga de Fútbol Profesional para perseguir las posibles apuestas ilegales. Para ello, Miguel Cardenal anunció en noviembre una reforma del Código Penal que permitiese evitar la compraventa de partidos.
La Liga también dio un paso adelante en la lucha contra las apuestas y creó la figura de un director general de Integridad. El cargo lo asumió Manuel Quintanar. El pasado mes de marzo, Quintanar afirmó que «el Código Penal tenía una deficiencia: no encajaba el amaño y las apuestas ilegales. Creo que se va a corregir con la reforma en la que estamos trabajando, que está muy avanzada».