La situación propició el envío a la Xunta de un escrito de denuncia por parte de Manuel Muíño, portavoz en 1996 de la Agrupación Electoral Río-Grande
26 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Recuperadas y convertidas en un museo, las Torres do Allo se han convertido en uno de los muchos escaparates de que dispone la Costa da Morte para recibir a los visitantes y dar a conocer su historia. Pero esta situación no fue siempre así. Hace ahora 20 años el emblemático edificio situado en el municipio de Zas se encontraba en una situación de gran abandono y su deterioro creciente, con la cubierta hundida casi en su totalidad y un ala trasera derruida, ponía en peligro su futuro. Así lo denunció por escrito ante la Xunta Manuel Muíño, portavoz entonces de la Agrupación Electoral Río-Grande y en la actualidad alcalde de Zas. Muíño explicaba la importancia del pazo y recordaba que estaba protegido por la Lei do Patrimonio Cultural, pero su reclamación aún tardaría un par de años en empezar a ser atendida. Fue en 1998 cuando la Diputación adquirió la propiedad y comenzó el proceso para su restauración y musealización.