Crepes, radio y amigos nativos para probar el francés aprendido

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

VIMIANZO

Estudiantes del Terra de Soneira disfrutaron de una semana en Francia repleta de experiencias

23 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Inmersión lingüística pura e dura, porque coas familias tampouco lles quedaba outra e porque foi unha ocasión moi boa para empregar cousas que ao mellor na clase parece que non teñen un sentido práctico». Así resume Rocío Romero, la profesora de francés del Instituto Terra de Soneira de Vimianzo, la semana que pasó con sus alumnos (18 de primero de Bachillerato y 4 de cuarto de ESO) en Albí, una localidad de 50.000 habitantes unos 100 kilómetros al noreste de Toulouse.

Llegaron el domingo por la noche y con las mochilas cargadas de experiencias, porque, en contra de lo que ocurre en otros intercambios, en este los alumnos visitan el país mientras sus compañeros franceses están allí, con lo que tienen ocasión de integrarse en sus familias y realizar las mismas actividades que ellos. De hecho, este es el segundo año que los soneiráns desarrollan la actividad -incluido ir a clase, aunque no a todas evidentemente- y ya se han tejido amistadas hasta el punto de que estudiantes de Vimianzo eligieron Francia para sus vacaciones y lo mismo, pero a la inversa, hicieron algunos adolescentes franceses.

Chus Barbeira, la otra docente que los acompañó en el viaje, destaca diversos elementos positivos del intercambio como que «lles sirve moito para comunicarse, porque o obxectivo é que as familias non cambien as súas rutinas. Ademais son todos adolescentes e teñen intereses comúns. De feito xa están en contacto antes por correo, Facebook, Instragram...». De ahí que hayan podido disfrutar al máximo de experiencias típicamente francesas, como elaborar crepes (y comerlos, por supuesto). Participaron en un programa de radio, visitaron Carcasona, el museo de Toulouse Lautrec, el origen del pastel en pintura... Francia en estado puro.