Los grupos de Vimianzo piden que se pongan todos los medios para evitar el derribo de la casa de Bamiro

La Voz CEE / LA VOZ

VIMIANZO

Así lo dijeron sus portavoces en Radio Voz

16 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los portavoces de los cuatro grupos de la oposición de Vimianzo pidieron ayer en Radio Voz Bergantiños que el Concello ponga todos los medios que estén a su alcance para evitar el derribo de una casa de Tras do Ceán, en Bamiro, contra la que pesa una orden de demolición de la APLU secundada por sentencia firme.

Mónica Rodríguez, de IxV, criticó que el alcalde les convocase a una reunión urgente sin que los técnicos conociesen el proyecto y destacó que no llega con pedir un informe a la Deputación y una reunión con la APLU. Aseguró que la clave está en hacer «posible e legal unha ampliación de núcleo rural» y para ello quiere que el apoyo técnico necesario. «Estamos falando dunha cuestión moi grave, como é o derrubo dunha casa o que ademais implica sancións económicas o que deixa nunha situación moi complexa a calquera familia e hai que ser humanos», dijo.

La socialista Paula Mouzo calificó de preocupante y sangrante la situación en la que «nunca se debeu chegar a este punto» porque el asunto «podía estar solucionado hai anos». De ahí que recalcase que «a política ten que estar ao servizo dos cidadáns».

José Manuel Rodríguez, de Terra Galega, desmintió que él fuese concejal de Obras en el 2006 cuando empezó este problema y cargó duramente contra el alcalde al que responsabilizó de «un acoso contra esta persona» porque, a su juicio, no se tratan todos los casos por igual. De hecho, afirma que sí hay otra casa en el mismo lugar denunciada de que la que la APLU dice que está fuera de ordenación. Además, recuerda que lleva «sete ou oito anos» pidiendo en los plenos esa ampliación de núcleo, además de la aprobación del PXOM y que el gobierno «non fixo absolutamente nada», cuando se sabía que estos problemas podían llegar y eran evitables.

La popular Raquel Rodríguez incidió en que «se agora é tarde, hai seis anos non sería tan tarde», por lo que considera que esto ya tenía que estar solventado. En cualquier caso, considera una «obriga da corporación» hacer todo lo que esté en sus manos para evitar el derribo.

El alcalde, Manuel Antelo, aunque accedió a realizar los trámites para ver si hay una salida lo considera más que complicado. Dice que si por él fuera saldría a la calle con una pancarta, pero «a lei hai que cumprila» y no cree que puedan hacer nada. Sí se podría hacer a los tres meses de iniciada la obra, por parte del anterior gobierno, solo con paralizarla, porque no es lo mismo reponer la legalidad en ese caso que ahora tirar una casa. Las modificaciones urbanísticas para un caso particular son a su juicio una prevaricación de libro. También considera necesario hacer pedagogía respecto a que para edificar hace falta licencia y cumplirla.