«Problema é que che veña unha enfermidade, o resto non»

La Voz

VIMIANZO

Asegura que el mercado de Santa Comba es uno de los más pujantes

25 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde primera hora, los jueves y domingos de feria, la Praza carballesa huele a churros. Ese cuarto día de la semana también hay mercado en Vimianzo, por lo que Churrería Delicias se divide y a la capital de Soneira acude una hija de Montse. «Teño tres fillos», dice. Incluso es ya abuela de un bebé de 5 meses. «Mira», dice enseñando una foto en el móvil.

Con ello, no tiene claro que vaya a haber tercera generación de churreros. A ver qué pasa. «Á miña filla dígolle que estude. Fixo perruquería e estética. Tamén auxiliar de enfermería e eu quería que seguise por esa rama», abunda Montse. No obstante, parece que el oficio heredado le convence más o, al menos, la hace más feliz, y se le da bien, así que habrá que esperar a lo que depare el futuro.

En todo este tiempo de profesión, Montse no ha tenido grandes problemas en ella. Como mucho, algún día que no le sonase el despertador en esas jornadas de lluvia desapacibles: «Se é unha feira pequena, tampouco pasa nada. Problema é que che veña unha enfermidade, o resto non». Antiguamente venía también a Carballo en tiempo de San Xoán, pero, desde hace unos 16 años, dejó de acudir a las fiestas por la noche. Con las ferias se va tirando y, si tuviese que quedar con la que ve más boyante a día de hoy, citaría la de Santa Comba, dos lunes al mes y el primer sábado.

En su puesto del jueves, Montse vendía churros tradicionales y, al lado, de chocolate. Los primeros tienen mucha más demanda que los segundos: «Están moi bos, pero son máis caros». Los rellenos de crema tienen también su aquel. Es la intrahistoria de una profesión de mucho sabor y, asimismo, de mucho trabajo.