«Cantar en Galicia es más que un sueño»

CAROLINa NÚÑEZ ANDRADE, S. G. CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

ana garcía

Con orígenes familiares en Salto, es la primera vez que actúa fuera de Argentina

25 ago 2016 . Actualizado a las 07:38 h.

La distancia que separa Buenos Aires de Vimianzo se ha acortado. La familia de la cantante de ópera Laura Delgado (Buenos Aires) consiguió traerla hasta el municipio en el que tiene parte de sus raíces para cantar. Un concierto inesperado y emotivo que tendrá lugar este sábado a las 20.00 horas en el Casa da Cultura.

La aventura comenzó con un viaje a Italia de la cantante con su marido. Pero, para ella, pensar en Europa le recordó a Galicia, «tan cerca de allí y no vamos a ir», recuerda que le dijo.

Las ganas nacían de las ansias de conocer a la familia de su abuela, natural de Torelo (Salto). Una mujer que con 18 años emigró a Argentina, como tantas otras personas. «No sé cómo llegaban hasta allí y menos se lo contaban a un niño -cuenta-, pero seguramente sufrieron mucho». En la familia de su abuela los ocho hermanos se marcharon, solo uno regresó y ella se quedó porque «allí conoció a mi abuelo, pero, bueno, siempre tuvo la nostalgia gallega, la morriña». Tuvo suerte, «se puede decir que hizo las américas», dice riendo, porque su abuela consiguió un trabajo con la familia de un médico.

Estos días, antes del concierto está alojada en Casa Trillo de Muxía, preparando el espectáculo y ensayando con Rupert Twine, el pianista escocés que hará el acompañamiento musical. Lo conoció ayer a la tarde en su primer ensayo juntos. «Así que necesito el tiempo de estos días previos, porque solo nos conocemos de palabra», señala.

No obstante, Delgado aprovecha también este viaje para estar con sus primos de segunda y tercera generación. «Se formó algo muy bonito con la familia, estoy aquí, casi como si los conociera de toda la vida». Aunque aún no ha estado con todos sus familiares, espera ver a los que faltan. Y además, cantará, no hay que olvidarlo: «¡Qué fuerte!», reitera varias veces. Aún no se cree que sea la primera vez que acude a cantar a Europa, que sea en Galicia y, además, en Vimianzo. «Entro por la puerta grande», dice aún asombrada.

El repertorio del concierto será muy variado. Uno de los temas se lo dedicará a su abuela y a su familia en esta ocasión especial. «Tenía pensado una canción en galego, pero es una sorpresa», confiesa, sin añadir nada más. «Luego voy a hacer algo de ópera, zarzuela, canciones populares españolas y las de Manuel de Falla», repasa de memoria. No va ser un concierto tradicional.

Es profesora nacional de inglés. «De hecho, trabajé 15 años en colegios». También estudió piano, danzas y otras disciplinas. Su afición por cantar «salió como un hobbie». Empezó en busca de nuevas experiencias y por las ansias de aprender, pero al ver que le entusiasmaba, dejó la docencia y ya se dedicó de lleno. Un cambio radical en su vida, porque «ya tenía 28 años, un hijo, y mi marido no tenía ni idea de que yo iba a cantar». Sin embargo, su familia la apoyó porque para ellos lo más importante es que la hiciese «feliz». Su esposo la acompañó siempre y estos días también esta aquí con ella.

Durante sus años de aprendizaje tuvo la suerte, según sus propias palabras, de encontrarse «con grandes maestros y grandes personas». Con ellos, aprendió desde lo más básico, como subir al escenario, hasta lo más técnico.

Como empezó cuando ya era mayor, no podía formar parte del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón de Buenos Aires. Todo lo que sabe lo aprendió en clases particulares. «A mí me ha salvado que sabía leer la música -precisa-, porque yo estudié piano de pequeña».

Su canto no se puede identificar con ningún estilo, y su repertorio favorito es el pucciniano, «mucho más que los otros», y también la música de cámara.

«Se formó algo muy bonito con la familia, como si los conociera de toda la vida»