Reuniones familiares en los momentos más difíciles

La Voz

VIMIANZO

Manuel, Alfonso, Abel, Gumersindo y José María Mouzo, en Bamiro.
Manuel, Alfonso, Abel, Gumersindo y José María Mouzo, en Bamiro.

Sepelio a las 11.30, comida a las 14.00. Relata José María es que fue una manera de sentirse más unidos.

27 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hubo un tiempo en el que, en los entierros, antes e incluso después, era común hacerse fotos (de todos y de todo). La idea que viene a la cabeza son los famosos retratos de Ramón Caamaño, pero no hay que irse tan lejos: algo así lo vimos en el sepelio de un ilustre fisterrán, y no hace más de 15 años.

Otra cosa es una celebración-ágape al acabar el entierro. Recuerda más a la cultura anglosajona. No va la cosa por la vía de la fiesta (obviamente) sino de la reunión familiar, aunque el momento sea especialmente complicado.

Recientemente hemos visto una combinación de ambos aspectos: fotos y comida: 36 personas (la unidad familiar) en el restaurante A Lagoa justo al terminar el entierro de Gumersinda Pérez Torrado, de Bamiro. Capitanearon sus cinco hijos: Manuel, Alfonso, Abel, Gumersindo y José María Mouzo Pérez. Sepelio a las 11.30, comida a las 14.00. Relata José María es que fue una manera de sentirse más unidos.