El alcalde, Manuel Antelo, valora su desimputación por la tramitación de la moción de censura como el cierre de un «intento de acoso e derribo»
24 feb 2015 . Actualizado a las 12:45 h.En el 2011, de las urnas salió para Vimianzo un mosaico de corporación con 13 ediles: 4 del BNG (alcalde, Manuel Antelo), 3 del PP, 3 del PSOE y 3 independientes (IxV). Poco duró la estabilidad, si alguna vez la hubo. El pacto de gobierno con el PSOE fue un suspiro, pero peor se pusieron las cosas cuando, el 2 de marzo del 2013, dos de los tres ediles socialistas (expulsados del partido por esta cuestión), dos de los tres del PP y los tres independientes presentaban en el registro municipal una propuesta de moción de censura que resultó frustrada por un error de tramitación detrás del que los censores veían presuntas irregularidades orquestadas por el alcalde en la administración municipal, con la confabulación de funcionarios, sobre todo de la secretaria.
Es por ello que denunciaron, pero esa conspiración es la que, de algún modo, viene a rechazar el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número Uno de Corcubión al ordenar el sobreseimiento provisional de las diligencias abiertas contra el regidor, el teniente de alcalde y dos funcionarios. Asegura en el documento el titular del juzgado que no consta debidamente justificada actuación planificada por parte de Antelo y su teniente de alcalde, Fernando Mancebo, para retrasar adrede la moción. Los censores aludían a supuestos manejos irregulares de Antelo en la administración municipal para evitar que los funcionarios tramitasen la moción antes de que el PSOE expulsase a sus dos ediles firmantes, lo que invalidó la propuesta porque, en el nuevo intento, ya estaban incapacitados para sacar adelante la iniciativa por haber sido expulsados del partido al que pertenecían.
Desde aquel 2 de marzo, la vida política vimiancesa ha transcurrido en el Concello, pero también en el juzgado, por numerosas y agotadoras causas. Para los políticos y los propios vecinos. El auto conocido ayer es para el regidor una especie de colofón que deslegitimaría todo lo demás, «unha noticia moi boa, porque marca un fin definitivo a este intento de acoso e derribo por todos os lados que empezou coa moción de censura, que fracasou na sociedade, e da que trataron de sacar rendemento [los censores] na vida xudicial, e que tamén acaba de fracasar». Esa «boa noticia» la extiende Antelo a Vimianzo, «no sentido de que esclarece que a tramitación desa moción de censura se fixo con profesionalidade por parte dos funcionarios». Por aquella querella penal de los ediles que firmaron la moción fue llamado a declarar el regidor como imputado. «A resolución tamén vén a reafirmar o que nós sempre dixemos, que houbo unha moción de censura ilexítima oficiada por tránsfugas, que non contou co apoio do pobo e que fracasou por quen a intentou. O alcalde respectou a legalidade e así o vén a confirmar isto».
El mismo día en que Antelo conocía la moción, centenares de vecinos abarrotaron el Concello para darle su apoyo. Pese a ello, manifiesta, la situación no fue fácil: «Creo que tanto sufrimento se viu inútil, no ámbito político, social e persoal. Estou contento e satisfeito do resultado xudicial, que eu sempre esperei e defendía que ía ser así, porque non tiña pés nin cabeza. Pero tamén creo que o resultado non resarce para nada todo este tránsito de dificultades, este proceso que vivimos tanto no político, coa moción; no social, coa convulsión e a tensión; e no persoal. Nunca repoñerán o pasado inutilmente».
Es por eso que, considera, los ediles censores «que trataron de derrocar a un alcalde elixido democraticamente» y que «dañaron a imaxe do pobo» deberían pedir ahora disculpas al pueblo de Vimianzo: «Houbo un fraude total ao seu propio electorado».
Reacciones de la oposición
Desde la oposición, consultados representantes de los tres equipos que firmaron la moción, José Manuel Rodríguez (ahora no adscrito, expulsado del PSOE y a quien se pretendía otorgar la alcaldía), prefirió no hacer valoraciones hasta poder revisar mejor el documento y ver qué posibilidades existen de recurrir. Desde el PP rechazaron emitir valoraciones. Por su parte, Mónica Rodríguez (IxV) explicó que el documento está en manos de sus abogados, que lo estudiarán con detenimiento. «A primeira vista» no están de acuerdo con lo expuesto en el auto y, si es posible recurrir, tienen la disposición de hacerlo.