La ausencia de controles de Tráfico favorecía una práctica que provocó diversos accidentes
25 jun 2017 . Actualizado a las 04:00 h.El problema de los accidentes de tráfico asociados al ocio nocturno estaba de plena actualidad hace algo más de un decenio. Los accidentes ocurridos en aquella época en las carreteras de la Costa da Morte habían sacado a la luz la existencia de una peligrosa costumbre por parte de los jóvenes que explica la alta siniestralidad. Vecinos de toda la comarca cogían sus coches las noches de los fines de semana y recorrían más de un centenar de kilómetros para tomar copas en lugares como Santa Comba, Carballo, Ponteceso y Ordes.
El hecho de que algunas zonas de marcha estuviesen meses sin ser escenario de un solo control de Tráfico y favorecía esta situación, tal como reconocía la Policía Local de Ponteceso, que cifraba en hasta tres meses el tiempo que podía pasar entre un operativo y el siguiente. Además, en otros casos, el recurso a vías alternativas y en mal estado por parte de los jóvenes para eludir la vigilancia, constituía un riesgo de accidente añadido.