V de Valarés agota las plazas de alojamiento en todo su entorno

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

PONTECESO

ana garcía

La acampada, con todos los servicios, va incluida en el abono

26 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Aún faltan casi tres semanas pero ya no hay una sola plaza hotelera ni en Ponteceso ni en los alrededores para asistir los días 12, 13 y 14 de agosto al festival V de Valarés.

La propietaria del hotel Monte Blanco, Estrella Pose, llamó a los organizadores hace una semana para decirles que buscasen otras opciones porque ella ya no tenía donde meter a más gente. El Punta del Este de Carballo también está repleto y en Laxe, donde además coincide con las fiestas locales, tampoco queda nada, ya que muchas de las plazas existentes les han ocupado los propios festivaleros. De ahí que la organización esté facilitando ahora, en la medida de lo posible, apartamentos en Ponteceso o Corme.

«Estamos contentos porque nos parece que é un bo traballo que vai repercutir en toda a zona», señala Adrián Varela, al frente de los preparativos, aunque lamente que no les queden ya muchas opciones para todas las solicitudes de alojamiento que llegan. De hecho, él mismo en las Navidades contactó a través del correo del festival con gente que tenía claro que quería venir y alquilaron ya entonces una casa rural de Tella.

«E iso que no bono de tres días, que son 40 euros (13,3 euros ao día, case o prezo dunha estrea de cine) xa incluímos a acampada gratuíta, que vai ser máis ou menos como un cámping, con duchas e con todos os servizos», detalla Varela, que lleva varios años con otra idea en la cabeza que todavía no ha fraguado. «Estamos pensando de cara ao futuro que a xente que teña un sitio nas súas casas poida aproveitalo e sacarlle un rendemento para acoller asistentes», explica.

Dado que únicamente quedan a la venta los últimos 500 abonos -también hay entradas de un día a 25 euros- probablemente el aforo máximo permitido, que son 3.500 personas, no tarde en completarse. Eso sí, cualquiera que desee participar debe tener claro que el festival se realiza en un espacio natural privilegiado y que la máxima de la organización es intervenir sobre él lo mínimo imprescindible. De ahí que estén prohibidas las barbacoas o cualquier tipo de fuego, que se haya organizado un sistema de recogida selectiva de residuos con el apoyo de los alumnos del campo de trabajo y que vaya a haber cuadrillas de limpieza permanentes. Además, iniciativas como la del vaso ecológico reutilizable, que tan buen resultado han dado en cuanto a reducción de basura, se volverán a repetir, con este objetivo siempre en mente.