El desbroce de O Meixoeiro muestra una compleja estación de petroglifos

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

Paco Doval

Operarios vigilados por un arqueólogo trabajan en torno a ocho lajas en Corme

23 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Para hoy está previsto que algunos de los petroglifos de Corme queden protegidos de eventuales incendios forestales, uno de los principales riesgos de cara a su protección, aunque este yacimiento, de descubrimiento reciente, ya ha sufrido otros daños. En el 2003 pasó por encima de ellos maquinaria pesada, probablemente para la realización de una tala. Después de eso, las lajas quedaron prácticamente abandonadas a su suerte hasta que el Concello de Ponteceso puso en marcha, a principios de este año, un plan para ponerlos en valor.

La eliminación de la maleza en el entorno también facilitará las visitas, que ahora resultan muy difíciles. Varios operarios trabajan con maquinaria ligera en las proximidades de las lajas, bajo el control del arqueólogo Francisco Doval. Las labores, que cuentan con la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio, han permitido también sacar a la luz y poner en valor un amplio conjunto de petroglifos profusamente labrados y que todavía son un misterio para los especialistas, porque aunque el grueso de los grabados pertenecen a la Edad de Bronce, hay algunos de la Edad Media e incluso de épocas posteriores. Además, se trata de una tipología muy variada, con coviñas, cazoletas, surcos de líneas entrecruzadas y ondulantes, además de círculos con cruces en su interior y varias series de escaliformes.