Las últimas riadas agravaron las grietas que presenta la estructura. Además, crecen hierbajos indiscriminadamente
30 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Las últimas riadas agravaron la situación de A Ponte da Garga, situada en la parroquia pontecesana de Anllóns. «Sufriu moitísimo», asegura el responsable de la concejalía de Patrimonio, Carlos Penedo. No obstante, los problemas de este bien arquitectónico, un elemento «vistoso» y «con mérito» en el municipio que vio nacer a Pondal, ya vienen de antes de las crecidas más recientes. Son tres aspectos, fundamentalmente, los que hacen que su situación no sea la mejor. Por un lado, la existencia de unos instrumentos que Augas de Galicia utiliza para la medición de los caudales. Están situados a pie del puente, algo que lo afea y por lo cual se solicita un cambio de ubicación: o bien río arriba o bien río abajo, sin ser en la estructura misma. El segundo de los problemas, y evidente a simple vista, es la proliferación de hierbajos en las propias piedras. Es preciso un trabajo de adecentamiento en este sentido. Finalmente, y en tercer lugar, la estructura sufre grietas, algunas de ellas de tamaño considerable.
Por estos motivos, el gobierno local, a su llegada al consistorio en mayo, requirió ya el trabajo de técnicos para la elaboración de un informe acerca de tales estas cuestiones. Fue remitido a la Dirección Xeral de Patrimonio, pero de momento se espera por la respuesta de la Xunta. En principio, y según lo asesorado por un ingeniero, el estado del puente no es el mejor, aunque su situación estructural no parece ofrecer peligro para el tráfico que soporta. Vinieron después las riadas y eso le afectó más, por lo que desde el Concello se remitió un nuevo documento. Demanda una intervención integral para su puesta a punto, para su puesta en valor. El propio alcalde, Lois García, aprovechó una reciente reunión con el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, para trasladarle personalmente la situación.
Importante entorno e historia
Aunque en alguna ocasión se ha señalado que A Ponte da Garga es un Bien de Interés Cultural (BIC), no consta como tal en el registro de la Xunta. Pese a ello, la propia estructura y su entorno tienen interés. Allí, además de un pequeño oratorio con su historia, hay un área recreativa-merendero con juegos infantiles y, a unos 10 minutos, se halla el salto de agua de A Saímia. Del puente parte también una bella ruta de senderismo que, siguiendo la ribera del río Anllóns, llega hasta el Refuxio de Verdes coristanqués. Tal vez precise ahora en primavera algo de limpieza, pero es un recorrido atractivo, según indica el técnico de Turismo pontecesán, Javier Couto. Ahora ya no, pero del cauce del entorno de A Garga se pescaba en su día gran cantidad de lampreas. De hecho, allí había una taberna -ya cerrada- donde se cocinaban deliciosamente. La zona sirve asimismo como base para celebraciones acuáticas como Ajárrate a lo que poidas, por lo que una revisión del puente no estaría nada de más.